El barco de la organización humanitaria española Open Arms espera a que se le asigne un puerto seguro al que trasladar a los 146 inmigrantes que ha salvado en el Mediterráneo central, en medio del frío y del fuerte oleaje.
Lo más importante: la organización española ha asegurado en un comunicado que a lo largo de la misión actual, que comenzó hace trece días tras zarpar del puerto de Barcelona, ha sido testigo directo de cientos de devoluciones en caliente a Libia, un país en guerra. Por ello ha insistido en que Libia «no puede ser considerado un país seguro» al que devolver a los inmigrantes y ha recordado a la Unión Europea el «deber» de proteger sus vidas para que tengan la opción de solicitar asilo, conforme al derecho internacional.
La ONG ha mostrado hoy en sus redes sociales imágenes de las personas rescatadas y puestas a salvo en la cubierta de su buque, soportando un temporal de viento y frío. A bordo acoge a un total de 146 inmigrantes salvados en dos operaciones distintas.
A pesar de tantos obstáculos y dificultades, del frío invernal en alta mar y de las olas #Med, hoy es un domingo de mucha vida a bordo #OpenArms #cadavidacuenta pic.twitter.com/yEczE4ssNZ
— Open Arms (@openarms_fund) February 14, 2021
La primera el viernes, cuando interceptó una patera de goma en la que viajaban hacinadas más de 40 personas, entre ellos una mujer, un bebé de tres meses y tres menores solos. Ese rescate se produjo después de que una aeronave de la ONG Sea Watch diera la voz de alarma sobre la presencia de una barca en peligro en el mar.
La segunda operación tuvo lugar la pasada noche, cuando se alcanzó a otra patera en la que viajaban más de cien inmigrantes, entre ellos «muchas mujeres y niños», según ha explicado la ONG en sus redes sociales.
En el comunicado sobre el primer rescate, la ONG aseguraba que esas personas necesitan ser desembarcadas «lo antes posible» en un puerto seguro por el deterioro de las condiciones del mar.