Francia ha registrado el primer caso de un bebé nacido tras un trasplante de útero, según ha comunicado este miércoles el hospital de Suresnes, en la región de París, a la agencia AFP.
Por qué es importante: la madre, de 36 años, había sido sometida en marzo de 2019 a un trasplante de útero, el primero en el país galo, con el útero de una donante viva, que no era otra que su madre, entonces de 57 años. Nacida sin útero ni trompas de Falopio, la paciente trasplantada padece el síndrome de Rokitansky (MRKH), un trastorno congénito del aparato reproductor femenino que afecta a una de cada 4.500 mujeres al nacer.
El bebé, una niña de 1,845 kg, nació el viernes 12 de febrero; y se sabe que «la madre y el niño están bien». Así lo ha comunicado el profesor Jean-Marc Ayoubi, jefe del departamento de ginecología-obstetricia y medicina reproductiva del hospital Foch, cuyo equipo hizo posible esta primicia en Francia.
Este nacimiento es una señal esperanzadora para las pacientes que nacieron sin útero o a las que se lo extirparon. Representa una alternativa experimental a la gestación subrogada, prohibida en Francia, o a la adopción.
El primer nacimiento tras un trasplante de útero tuvo lugar en Suecia en 2014. Se produjo un año después del trasplante y fue anunciado en la prestigiosa revista médica The Lancet por el equipo del profesor Mats Brännström, de la Universidad de Gotemburgo.
Por lo que respecta a España, fue en el Hospital Clínic de Barcelona donde se llevó a cabo el primer trasplante de útero de una donante viva, quien lo donaba a su hermana a principios de octubre de 2020. La paciente transplantada sufría asimismo el síndrome de Rokitansky.