El titular del juzgado de Instrucción número 31 de Madrid ha procesado al exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato y a una decena de personas, físicas y jurídicas, por posibles delitos de corrupción en los negocios, blanqueo de capitales y presunta elusión fiscal.
Lo más importante: entre las conductas bajo sospecha se encuentran los contratos publicitarios de Bankia, origen del presunto delito de corrupción entre particulares, y por los que figuran como procesados Rato y otras doce personas, incluidas las agencias Zenith y Publicis.
En el auto que se ha conocido este lunes, el juez Antonio Serrano-Arnal da por concluida la instrucción del caso que desde 2015 investiga el origen del patrimonio del exministro. Esta resolución marca el fin de la investigación judicial y es la última que, en fase de instrucción, puede ser recurrida en reforma (ante el propio órgano judicial) y/o en apelación (ante la Audiencia Provincial de Madrid).
Esta noticia llega apenas dos semanas después de que la Audiencia Nacional diera el visto bueno a la libertad condicional de Rato, a propuesta del Centro de Inserción Social del que dependía, tras valorar su edad, comportamiento y la «antigüedad» de los hechos por los que ingresó en prisión, las tarjetas black de Caja Madrid. En el auto, el juzgado central de Vigilancia Penitenciaria concedía dicho beneficio a Rato, que desde el 25 de octubre de 2018 cumplía una condena de cuatro años y medio de prisión por apropiación indebida.