Andalucía, Castilla y León y Canarias, Asturias y Cataluña han suspendido cautelarmente la vacunación con las dosis de AstraZeneca que todavía no habían administrado del lote número ABV5300, distribuido a mediados de febrero.
En contexto: otros siete países –Austria, Letonia, Estonia, Lituania, Luxemburgo, Italia y Rumania― también han inmobilizado el lote, que se relacionó el pasado jueves con efectos adversos –trombos– en Austria y Dinamarca. Según la la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta decisión responde únicamente a un principio de precaución. La Agencia Europea del Medicamento se reunió el jueves para analizar el asunto y no encontró indicios que de que vacunación fuese causante de esas afecciones.
La ministra portavoz, María Jesús Montero, ha asegurado que los ciudadanos pueden estar tranquilos con las vacunas porque son seguras y en España no se ha registrado ningún afecto adverso ni ninguna reacción tras su administración.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha señalado este viernes que el lote de AstraZeneca retirado en otros países por supuestos episodios trombóticos y que está siendo investigado ya fue suministrado y administrado en España por lo que «no se trata de parar un lote que no tenemos».
Desde la OMS, el mensaje es también tranquilizador. Según ha indicado la portavoz Margaret Harris, no existe ninguna relación causal entre la vacuna y eventos tromboembólicos u otras afecciones relacionadas con coágulos sanguíneos.
Por otra parte, AstraZeneca ha rebajado a 30 millones el número de dosis que entregará a la Unión Europea (UE) en el primer trimestre del presente año. El compromiso original, pactado con la Comisión Europea, era de 90 millones. A finales de enero, por problemas de producción, lo rebajaron a 40. Ahora, esos problemas continúan y se suman a los obstáctulos con los que se está enfrentando la compañía en la cadena de suministro global.