José Ramón de la Morena, director y presentador de El Transistor en Onda Cero, ha anunciado en su programa que dejará la radio a final de temporada tras 40 años en antena para emprender nuevos proyectos vitales, ya que ahora tiene «otras prioridades» que atender, ha dicho en referencia a su reciente paternidad.
Los motivos: el comunicador ha explicado tenía que dar una respuesta a la emisora del grupo Atresmedia, que le había ofrecido renovar por dos años en diciembre, mes en el que tenía preocupaciones personales «más profundas y elevadas». Y, aunque ahora se han resuelto esas preocupaciones, ha dicho que no quiere «repetir errores pasados».
«Aquellos problemas de diciembre se han resuelto, he tenido un hijo que ha venido al mundo sano y no quiero repetir errores pasados que ahora no tendrían ninguna justificación y que cometí por esas ganas que yo convertía en una obligación continua de querer estar en la élite, que es muy cara y cuesta más de lo que vale, porque te quita cosas que no puedes recuperar», ha justificado De la Morena.
«La vida me ha hecho este guiño, poder recuperar estas cosas que en su día dejé escapar, y esta vez no tendría excusas ni motivos para no poder vivirlas ni disfrutarlas», ha añadido. «He contestado oficialmente a Onda Cero que finalizada la temporada no voy a seguir haciendo la radio donde nos conocimos hace bastantes años y hemos terminando siendo como familia. Creo que ya no debo seguir llegando a mi casa todos los días a las tres de la mañana, incluidos domingos y festivos».
También ha expresado su deseo de cumplir «otro sueño» recuperando los momentos perdidos y siendo «dueño» de su tiempo. Lo que sí tiene claro es que no deja de ser periodista, «que es como ser torero o pintor y no lo dejas nunca, la pasión de la radio te mueres con ella».
Por su parte, la dirección de Onda Cero ha expresado su «respeto absoluto» y su apoyo la decisión del comunicador, de quien recuerda que cerrará un ciclo de cuatro décadas ininterrumpidas en la radio «en las que ha llegado a ser durante años líder indiscutible de las noches deportivas».