Nueva Zelanda ha aprobado un proyecto de ley para conceder una ‘baja por duelo’ de tres días a los padres que pierdan a sus hijos antes del parto o sufran un aborto espontáneo. La medida busca ayudar a las familias a superar la pérdida sin tener que pedir una baja por enfermedad.
En contexto: Nueva Zelanda es el segundo país del mundo, después de la India, que aprueba esta medida para dar apoyo a las familias que pierden a un hijo por aborto espontáneo en cualquier momento del embarazo. La medida amplía la legislación actual, que ofrece permisos remunerados cuando la muerte perinatal se produce después de la semana 20 de gestación.
El proyecto ha sido aprobado por unanimidad en el Parlamento de Nueva Zelanda y será ley en las próximas semanas. Más allá de los efectos legales, destaca el aspecto simbólico de la medida, ya que transmite el mensaje a la sociedad de que perder un embarazo es algo delicado que hay que tratar con importancia.
La ley también se aplicará para las parejas, madres y padres que estén esperando un hijo mediante adopción o gestación subrogada. Sin embargo, no afectará en casos de aborto voluntario.
Erica Stanford, del Partido Nacional, defiende «el dolor, la angustia y el trauma experimentado durante la interrupción voluntaria del embarazo», pese a que ha votado a favor de la proposición de ley. Por su parte, la diputada de la formación verde, Ginny Andersen, ha asegurado que una de cada cuatro mujeres en Nueva Zelanda ha sufrido un aborto espontáneo y que esa pérdida «lleva tiempo para recuperarse física y mentalmente».
En España, la madre tiene derecho a baja cuando la pérdida se produce a partir de las 16 semanas de gestación. Sin embargo, no existe esa posibilidad para su pareja, que debe continuar trabajando.