Los expertos de vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han decidido recabar más datos sobre la incidencia de trombos en las personas que han recibido la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19 fuera de Europa.
Lo más importante: «La OMS sigue apoyando la conclusión de que los beneficios de estas vacunas son superiores a los riesgos», subraya la organización en un comunicado. Además, los expertos explican que para «una estimación del riesgo fuera de Europa necesita recabar más datos y análisis».
El Grupo Estratégico Consultivo de Expertos (SAGE) sobre la vacunación de la OMS ha reformulado sus recomendaciones de precaución sobre el uso de la vacuna AstraZeneca, teniendo en cuenta los datos sobre los casos de trombos surgidos en Europa. El 7 de abril, el SAGE estimó que la relación entre la vacuna y los trombos era plausible pero no estaba confirmada, y subrayó que los casos reportados eran «muy raros».
La mayoría de los casos de trombos se han señalado en Reino Unido y la Unión Europea, mientras que en otros países se han reportado «muy pocos», señala el SAGE.
La vacuna de AstraZeneca representa la mayor parte de las dosis utilizadas en el marco del dispositivo Covax, que permite a los países con menos recursos obtener vacunas gracias a los fondos aportados por los donantes. Más de 40,5 millones de dosis de la vacuna han sido enviados hasta la fecha a 118 territorios en el marco de Covax.
«Los países deberían tener en cuenta su situación epidemiológica, los riesgos individuales y el nivel de la población, la disponibilidad de otras vacunas y otras opciones con el fin de atenuar los riesgos», dice la SAGE.
«El ratio beneficio-riesgo es más alto en los grupos de mayor edad», asegura, y precisa que «actualmente se ignora si hay un riesgo de (trombosis) con la segunda dosis» de la vacuna, por lo que recomienda no ponerla a las personas que hayan sufrido trombos tras recibir la primera.