Un estudio avisa de que los resultados del concierto en Barcelona son difícilmente extrapolables
Los resultados alentadores del primer concierto-test europeo, realizado en Barcelona en diciembre en la sala Apolo, son difícilmente extrapolables debido a las «estrictas» condiciones de prevención que se impusieron, advierte un estudio publicado este viernes.
En contexto: casi 500 espectadores asistieron con mascarilla a un concierto-test sin distanciamiento físico en la sala Apolo. Ninguno de los asistentes dio positivo en las pruebas PCR de coronavirus realizadas ocho días más tarde.
La revista británica The Lancet Infectious Diseases publica este viernes la versión examinada de estos primeros resultados por parte de científicos independientes. «Nuestro estudio aporta los primeros datos que muestran que los eventos musicales en el interior pueden celebrarse sin aumentar el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 cuando se toman medidas de precaución, pero (…) no demuestra necesariamente que todas las grandes congregaciones sean seguras», advierte el doctor Josep Maria Llibre, del hospital Germans Trias i Pujol, a las afueras de Barcelona.
Llibre defiende sobre todo analizar las conclusiones en función de la situación epidemiológica de España en ese momento, cuando el nivel de circulación del virus era relativamente bajo. «Los parámetros de la pandemia cambian de forma permanente. Las grandes campañas de vacunación, las variaciones de la tasa de incidencia en un lugar dado y la emergencia de variantes más transmisibles del SARS-CoV-2 son elementos que pueden tener un impacto» en los resultados, agrega.
Los investigadores destacan además las «condiciones estrictas» del evento: obligatoriedad de llevar mascarillas FFP2, agentes de seguridad encargados de evitar los movimientos de masa, optimización de la ventilación…
Apuntan también que estas medidas podrían suponer un «coste prohibitivo» para muchos organizadores a la vez que «diagnosticar a miles de personas en pocas horas (…) constituye un desafío logístico».
Otros países también han llevado a cabo experiencias similares para estudiar los riesgos de contagio durante conciertos enmarcados por protocolos estrictos, como Holanda en marzo (1.300 personas) y Reino Unido el 2 de mayo (5.000 personas sin mascarilla).