Uno de cada 500 adultos españoles es superviviente de un cáncer infantil, según datos presentados este jueves por la Asociación Española de Pediatría (AEP). Esta enfermedad es poco frecuente y representa el 1 y el 2% de los casos detectados en adultos. Según el Registro Español de Tumores Infantiles (RETI), cada año se registran en España 1.100 tumores en menores de 14 años, con una supervivencia del 81% a los cinco años.
En contexto: los datos han sido presentados en el II Congreso Digital de la AEP, que se celebra desde este jueves 3 de junio hasta el sábado 5. En su primera jornada se ha señalado que, debido al aumento del índice de supervivencia del cáncer infantil, es fundamental llevar a cabo planes de seguimiento individualizado durante toda la vida de los pacientes para detectar posibles secuelas. Además, se han destacado dos aspectos muy importantes: el primero, la importancia de llevar un estilo de vida saludable para retrasar o disminuir la aparición de efectos secundarios; el segundo, el aumento de la supervivencia en las últimas décadas gracias a la creación de unidades de oncología pediátrica.
Catalina Márquez, directora de la Unidad de Pediatría del hospital universitario Virgen del Rocío en Sevilla, una de las ponentes de este congreso, ha subrayado que «la oncología infantil trabaja para minimizar los efectos secundarios de los tratamientos en los que las secuelas, tanto físicas como psicológicas, pueden manifestarse incluso varios años después de haber superado la enfermedad».
Las secuelas más frecuentes son aquellas que afectan al aparato reproductor y al endocrino. Asimismo, es habitual que se produzcan enfermedades cardíacas producidas por la toxicidad de algunos tratamientos tumorales. Si a todo ello le sumamos una vida sedentaria, hipertensión y obesidad, es muy probable que aparezcan enfermedades coronarias favorecidas por estos factores.
Márquez ha señalado la importancia de las posibles secuelas psicológicas en los menores debido a la sobreprotección familiar y su aislamiento, que pueden desencadenar problemas de conducta y en su forma de relacionarse.
