Centenares de personas han rodeado este sábado la Vuelta del Castillo de Pamplona para pedir el acercamiento de los presos de ETA a las cárceles más cercanas a sus lugares de origen, una iniciativa que harán más visible en septiembre, con una marcha a pie de 350 kilómetros entre Lesaka y Pamplona.
Lo más importante: convocada por la red ciudadana Sare bajo el lema «Ibilian-ibilian etxerako bidean» (Paso a paso camino a casa), han sido más de 600 personas según los organizadores y unas 450 según la delegación del Gobierno, las que se han sumado a la manifestación, encabezada con una pancarta con el lema principal a la que seguían en fila de a uno todos los participantes, entre quienes se encontraba la diputada de EH Bildu Bel Pozueta.
Durante el trayecto, que desde la Estación de Autobuses ha rodeado andando los 2,5 kilómetros de la Vuelta del Castillo hasta volver al punto de partida y finalizar en la plaza de Baluarte, se han coreado lemas como «Euskal presoak etxera» (los presos vascos a casa).
Allí se ha leído un comunicado en el que, en euskera y castellano, han recordado que la «política de dispersión» que el Gobierno estatal puso en marcha en 1988 buscaba «castigar a los presos y a las presas, establecer un control sobre ellas y ellos y mitigar su apego hacia Euskal Herria».
Además, «impusieron un castigo añadido también a sus familiares» por las dificultades para ir a visitarlos, han incidido para tildarla de «política penitenciaria inhumana».
Tres décadas después, «poco a poco la situación en las cárceles está cambiando» gracias al esfuerzo de ciudadanas y ciudadanos, partidos políticos, sindicatos, agentes sociales e instituciones de Euskal Herria, y de los propios presos, han dicho para exponer su deseo de «dejar atrás los tiempos en los que la ley se utilizaba como instrumento de vulneración de derechos» y «avanzar hasta que las presas y los presos estén en casa».
Y ese camino a casa lo pedirán con una «iniciativa significativa» entre el 29 de septiembre y el 2 de octubre, con una marcha de relevos que recorrerá 350 kilómetros a pie ininterrumpidamente entre Lesaka y Pamplona.
