Cataluña ha decretado el cierre del ocio nocturno en espacios interiores a partir de este fin de semana y obligará a que los participantes en eventos de más de 500 personas se hagan tests de antígenos, cuenten con una PCR negativa o la pauta de vacunación completa ante la escalada de contagios de coronavirus en la región.
En detalle: lo ha anunciado este martes la portavoz del ejecutivo catalán, Patrícia Plaja, en rueda de prensa tras la reunión del Consell Executiu, en la que ha precisado que se está acabando de ultimar la letra pequeña de estas medidas, que estarán vigentes a partir del fin de semana.
«No podemos hacer como si ya hubiésemos superado el virus. Los datos son malos y el número de contagios crece en un número exponencial muy superior al que nos podemos permitir», ha sostenido Plaja, quien ha recordado que «la pandemia no ha acabado y hay nuevas variantes muy contagiosas y sectores importantes no vacunados».
La quinta ola de coronavirus en Cataluña, que está alcanzado los índices de contagios, riesgo de rebrote y velocidad de propagación más altos desde el inicio de la pandemia, comienza a llenar los hospitales, donde en las últimas 24 horas han aumentado tanto los ingresos como los pacientes en la UCI.
Con un riesgo de rebrote (EPG) de 1.281 puntos, el más alto registrado desde el inicio de la epidemia, una velocidad de propagación (Rt) de 3,30, lo que indica que los infectados se triplican cada día, y casi 6.000 contagios en las últimas 24 horas, las autoridades sanitarias estudian qué pasos atrás pueden dar en la desescalada para frenar la curva explosiva más pronunciada de la pandemia.
Los contagios siguen creciendo descontrolados en Cataluña, donde en los últimos siete días se han diagnosticado 25.738 nuevas infecciones mediante PCR o test de antígenos, cinco veces más que hace una semana y ocho veces más que hace 15 días, con una media de edad de los infectados de 26,5 años.
La velocidad de propagación del virus (Rt) sigue disparada y ya es de 3,30, un total de 31 centésimas más que la víspera, es decir, que cada 100 infectados contagian a una media de 330 personas, o lo que es lo mismo, cada día se triplican los contagios.
Los expertos atribuyen este aumento explosivo de contagios entre los jóvenes a la nueva variante delta, más contagiosa, y a los efectos de la pasada verbena de San Juan, el fin del toque de queda, la apertura del ocio nocturno y la relajación de las restricciones.
Según los datos actualizados este martes por el Departamento de Salud, hoy hay 575 personas hospitalizadas con COVID, 31 más que ayer, de las que 133 están graves en la UCI, doce más que la víspera.
Los casos confirmados por todo tipo de pruebas desde el inicio de la epidemia ascienden a 739.485, de los que 5.916 han sido diagnosticados desde ayer, mientras que el acumulado de los últimos siete días es de 25.738 nuevas infecciones, es decir, una media de 3.676 diarios, una cifra que no se daba tan alta desde la semana del 13 de enero.
La edad media de los nuevos infectados, la mayoría con la nueva variante delta, se ha estabilizado en 26,5 años, y los indicadores, muy graves en la ciudad de Barcelona y su entorno metropolitano han explosionado en toda Cataluña.
El riesgo de rebrote (EPG) ha escalado hasta los 1.281 puntos, 303 más que ayer, un índice nunca visto en toda la epidemia, donde el récord de este indicador fue de 1.044 puntos el 23 de octubre del año pasado, mientras que la incidencia acumulada de casos en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes (IA14) también se ha disparado y es de 401 casos, 64 más que la víspera.
La positividad de los PCR y test de antígenos es del 14,92 %, nueve décimas más que ayer, casi el triple del 5 %, porcentaje que la OMS considera el umbral para poder controlar la epidemia.
Pese al empeoramiento de los indicadores epidémicos, la mortalidad sigue siendo la menor de toda la epidemia, con 7 fallecidos en los últimos siete días, una media de uno al día.
El total de fallecidos oficiales por COVID en Cataluña asciende a 22.274, tres reportados en las últimas 24 horas.
La ciudad de Barcelona tiene hoy un EPG de 1.824, un total de 357 puntos más que ayer, un índice nunca alcanzado hasta ahora en la ciudad, y una velocidad de transmisión del virus (Rt) de 3, un total de 14 centésimas más.
