Wuhan, la ciudad china donde surgió en diciembre de 2019 la pandemia de coronavirus, ha anunciado que realizará test masivos a su población tras registrar un nuevo brote de casos. En concreto, se han detectado tres contagios locales y cinco casos asintomáticos, los primeros desde hace más de un año, según las autoridades chinas.
En contexto: en total, la Comisión Nacional de Sanidad china ha notificado este martes 61 contagios por transmisión local, 45 de ellos en la provincia oriental de Jiangsu, donde la semana pasada se desató un brote en el aeropuerto de Nankín que se ha propagado a otras provincias del país.
Este lunes se confirmaron en tres nuevos casos de COVID-19[contexto id=»460724″], contagiados por un brote de la variante Delta, que apareció el mes pasado en el este del país. Los últimos casos registrados en la ciudad fueron en mayo de 2020.
Este resurgimiento de la epidemia supone un duro golpe para Wuhan, que fue la primera ciudad del mundo sometida a cuarentena por el COVID-19, a partir del 23 de enero de 2020 y durante 76 días. La ciudad a orilla del río Yangtsé está «realizando rápidamente pruebas PCR a todos sus residentes», ha explicado Li Tao, un alto cargo local, en una conferencia de prensa.
Los contagios fueron detectados en siete trabajadores migrantes en la ciudad, de los cuales cuatro no presentaban síntomas de la enfermedad.
China, que aseguró haber vencido la epidemia en la primavera de 2020, registra desde hace unas semanas un resurgimiento del virus, el más amplio desde el año pasado. Con más de 400 contagios notificados desde mediados de julio, este aumento de la contaminación sigue siendo, sin embargo, muy limitado en comparación con las cifras registradas en otros países.
Aun así, este último foco de contagio es importante en términos de extensión geográfica ya que abarca más de una docena de provincias y también Pekín, la capital, que el domingo instó a sus habitantes a que no salgan de la ciudad salvo por razón de fuerza mayor. Ante el riesgo de una reactivación de la epidemia, el gobierno recurre al arsenal de medidas radicales que utilizó a comienzos de 2020: confinamiento, limitación de los desplazamientos y tests masivos.
La ciudad oriental de Yangzhou, de 1,3 millones de habitantes, cerca de Nanjing, ordenó a sus residentes permanecer en casa tras detectar 40 nuevos contagios en un día. Sólo una persona por hogar puede salir una vez al día para hacer las compras.
El anuncio se produjo después de que la localidad turística de Zhangjiajie, en la provincia central de Hunan, así como la vecina Zhuzhou, emitiera órdenes similares en los últimos días que afectan a más de dos millones de personas en conjunto.
Las autoridades admitieron que entre las personas contagiadas hay muchas que habían sido vacunadas, lo que ha generado dudas sobre la eficacia de las vacunas chinas, las únicas disponibles en el gigante asiático, para combatir la variante Delta.
Según las cifras de la Comisión Nacional de Sanidad china, el número total de contagiados activos en la el territorio asciende a 1.157, 24 de los cuales se encuentran graves, además de 499 infecciones asintomáticas y 31.783 personas que permanecen en observación.