El fuego, avivado por el viento, no cesa y abrasa varias localidades a las puertas de Atenas
Grecia continúa luchando este viernes en múltiples frentes contra incendios que se resisten a ser controlados, con evacuaciones continuas para evitar daños humanos y con el agravante de que han llegado fuertes vientos a las zonas afectadas.
En contexto: tan solo ayer hubo 99 nuevos incendios que se sumaron a los 145 que los bomberos intentaban sofocar, informó el viceministro de Protección Ciudadana, Nikos Jardaliás. Al final del día, seguían activos 57. En vista de la magnitud del desastre, ocurrido en medio de la peor ola de calor en las últimas cuatro décadas, Grecia ha solicitado ayuda exterior.
Durante toda la noche centenares de bomberos y soldados, con la ayuda de medios terrestres y aéreos, han estado luchando contra las llamas en la zona norte de Atenas, donde ayer se reavivaron incendios que ya se creían controlados, llevándose por delante los árboles que se habían salvado del primer fuego hace tres días.
La batalla contra las llamas ha sido similar en la isla de Eubea, donde no ha habido tregua desde que estallaron los primeros incendios y centenares de personas tuvieron que ser rescatadas en la madrugada desde las playas.
También en la península del Peloponeso los incendios siguen sin dar tregua, con especial énfasis en la zona de Ilia y una mejor evolución en la de la Antigua Olimpia, cuna de los juegos de la antigüedad, que ha podido salvarse.
Según Jardaliás, a los 40 efectivos chipriotas que ya trabajan desde hace dos días en los incendios de la periferia norte de Atenas, se sumarán 83 bomberos y 2 aviones de Francia, 2 de Suecia, 3 helicópteros de Suiza y 112 bomberos de Rumanía con sus correspondientes vehículos.
En un mensaje televisado anoche, el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, habló de una situación «sin precedentes» en las últimas décadas que, debido a la intensidad del calor durante muchos días, han convertido el país en «un polvorín».
Mitsotakis recalcó que la máxima prioridad es salvar vidas –hasta ahora no ha habido muertos– y luego la protección de la propiedad, el medio ambiente y la infraestructura crítica. «Desafortunadamente, en estas circunstancias, lograr todos estos objetivos al mismo tiempo es simplemente imposible», recalcó y advirtió que hoy será un día especialmente crítico ante la llegada de vientos del oeste.
Para concienciar al máximo a la población, Protección Civil envió una alerta a todos los móviles del país pidiendo máxima precaución y evitar toda acción que pueda desencadenar chispas, bajo multa de entre 1.000 y 10.000 euros. Las alertas telefónicas han sido hasta ahora la herramienta más eficaz en las evacuaciones de decenas de poblaciones en todas las áreas afectadas.