Hace unas semanas, la Veterans Heepdogs of America denunció que 51 unidades caninas del Ejército de Estados Unidos habían sido abandonados en jaulas en Kabul. Los perros abandonados han sido rescatados por Hewad Azizi, un empleado de una empresa encargada de la seguridad en el aeropuerto y todos están siendo alimentados, atendidos y entrenados. Azizi y sus compañeros los están cuidando en los dos contenedores de transporte situados frente a los hangares utilizados durante años por el ejército estadounidense.
Lo más importante: la mayoría de los perros, algunos especializados en buscar explosivos, fueron encontrados, según sus nuevos dueños, en la sección del aeropuerto controlada por el ejército estadounidense, que abandonó Afganistán el 30 de agosto tras 20 años en el país.
Estados Unidos continua afirmando que no abandonaron a los perros. «Contrariamente a informaciones inexactas, el Ejército de Estados Unidos no dejó perros en jaulas en el aeropuerto internacional Hamid Karzai, y en particular ningún supuesto perro militar», ha asegurado John Kirby, portavoz del Pentágono, en Twitter. Kirby también ha señalado que esos perros pertenecen a Kabul Small Animal Rescue, una clínica veterinaria y una organización de rescate de animales que ha operado durante años en Afganistán. «Actualmente estamos trabajando para ayudar a cualquiera que quiera evacuar a sus animales a hacerlo», escribió el grupo en su página de Facebook .
Según ha asegurado Kirby al medio Defense One el ejército estadounidense «hizo todo lo posible para ayudar» a Kabul Small Animal Rescue en medio de «una misión retrógrada, complicada y peligrosa».
Por su parte, Robin R. Ganzert, presidente y director ejecutivo de American Humane, la primera organización humanitaria nacional de Estados Unidos, emitió un comunicado denunciando esta difícil situación: «Estoy devastado por los informes de que el gobierno estadounidense se está retirando de Kabul y dejando atrás valientes perros de trabajo contratados por el ejército estadounidense para ser torturados y asesinados a manos de nuestros enemigos», se puede leer en la misiva: «Estos valientes perros merecían un destino mucho mejor que aquel al que han sido condenados».
Desde hace varios días, la actividad vuelve lentamente a la pista del aeropuerto. Tras dos chárter la semana pasada, el pasado lunes aterrizó un vuelo comercial procedente de Islamabad, por primera vez desde que los talibanes tomaron el control del país el 15 de agosto.