La brutal matanza de 1.500 delfines que tiñe de rojo las Islas Feroe
1.428 delfines han sido asesinados en la isla de Eysturoy, en las Islas Feroe, en la que se considera «la mayor matanza de delfines»
1.428 delfines han sido asesinados en la isla de Eysturoy, en las Islas Feroe, en la que se considera «la mayor matanza de delfines o ballenas piloto de la historia de las islas».
En contexto: incluso los más acérrimos defensores de la caza tradicional de ballenas en las Islas Feroe han condenado la masacre de «cruel e innecesaria».
Según ha denunciado la organización Sea Shepherd, se trata de la caza de cetáceos más grande de la historia de la Islas Feroe, la siguiente más grande fue de 1.200 ballenas en 1940. De esta forma, para tener una idea de la escala, ejemplifica el organismo, esta caza se acerca a la cuota del Gobierno japonés durante seis meses, superando significativamente el número de cetáceos muertos en los últimos años en la temporada de matanza de Taiji. Así, eleva el número de delfines y ballenas muertos en 2021 en estas islas a 2.043.
«Teniendo en cuenta los tiempos en que nos encontramos, con una pandemia global y el mundo paralizado, es absolutamente espantoso ver un ataque a la naturaleza de esta escala en las Islas Feroe», dijo el capitán Alex Cornelissen, director ejecutivo de Sea Shepherd Global. «Si algo hemos aprendido de esta pandemia es que tenemos que vivir en armonía con la naturaleza en lugar de acabar con ella».
Por otro lado, los lugareños, que compartieron vídeos y fotos con Sea Shepherd, aseguran que esta caza ha roto varias de las leyes de las Islas Feroe que regulan el Grindrap. Primero, aseguran, la matanza – que se realizaba en el pasado como una fuente de obtención de alimento y sustento en las islas– nunca fue autorizada; en segundo lugar, muchos de los participantes no tenían la licencia requerida que implica un entrenamiento específico sobre cómo matar rápidamente a los calderones y delfines: en muchas de las imágenes se ven varios delfines todavía vivos y moviéndose después de haber sido arrojados a la costa con el resto de su manada muerta; y en tercer lugar, aseguran que varios cetáceos fueron atropellados por lanchas a motor, lo que les habría provocado una muerte lenta y dolorosa.
La caza de ballenas y delfines en las Islas Feroe se realizaba en el pasado como una fuente de obtención de alimento y sustento en las islas. En esta tradición, los jóvenes matan anualmente unas 900 ballenas piloto y delfines del Atlántico, siendo esta cantidad aproximadamente el 1% de la población total de ballenas piloto. Actualmente, debido al cambio de alimentación, a las importaciones de alimentos y también al elevado contenido de mercurio de las aguas, las ballenas matadas no se utilizan como alimento y el Grindrap está cada vez más visto como una crueldad por gran parte de la población mundial.