El pasado mes de julio, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ordenó la retirada de tres lotes del fármaco Champix, fabricado por Pfizer, en lo que supone su eliminación indefinida del mercado español.
Este medicamento basado en la vareniclina, una sustancia que calma la ansiedad y el síndrome de la nicotina en fumadores en abstinencia, y da mal sabor al tabaco en aquellos que reinciden, presentaba impurezas de nitrosaminas, una sustancia carcinógena, en niveles superiores a lo permitido.
Si bien estaba prevista su incorporación al mercado en septiembre, la evaluación europea rebajó los límites de nitrosaminas considerados admisibles, lo que implicó retirar todavía más lotes. En definitiva, su eliminación del mercado español es indefinida.
A partir de ese momento, tanto quien se encontraba en tratamiento, como quien quería iniciarlo, tenía una única alternativa cubierta por la financiación pública del Sistema Nacional de Salud para dejar de fumar: el Bupropión, un medicamento que actúa sobre las estructuras cerebrales donde se produce la adicción y que hasta 2019 se prescribía como antidepresivo.
Y aquí el problema, porque tras la retirada de Champix, el exceso de demanda de Bupropión ha provocado desabastecimiento de este medicamento, por los que los fumadores que desean dejar de fumar se han quedado sin acceso a las terapias para ayudarles a conseguirlo a cargo del Sistema Nacional de Salud.
Sin alternativa financiada por el Estado
«Quien ahora mismo quiera dejar de fumar no tiene alternativa financiada por el sistema», cuenta a THE OBJECTIVE Carlos A. Jiménez Ruiz, neumólogo y presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que agrega y denuncia: «En este momento, en España solo hay dos tratamientos financiados por el Sistema Nacional público para dejar de fumar: Champix, que ya ha desaparecido; y Bupropion, ahora en desabastecimiento».
Así, el presidente de la SEPAR, junto a la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (Fenaer), pide al Ministerio de Sanidad que ponga en marcha los mecanismos necesarios para subvencionar la terapia sustitutiva con nicotina –chicles, parches, comprimidos y spray bucal– a aquellos fumadores que quieran hacer un intento serio de abandono del consumo de tabaco.
No obstante, desde Fenaer aseguran a THE OBJECTIVE «que el abastecimiento de Bupropión está recuperándose, que los mayoristas tienen stock y que, por lo tanto, debería también ya irse regularizando en las farmacias».
Sin embargo, el pasado 4 de noviembre –día de elaboración de este artículo– visitamos varias farmacias de Madrid. Todas ellas coincidieron en que el abastecimiento es «intermitente». «Hay días que hay stock en los almacenes, días que solo hay de un tipo y días que no hay de ninguno», nos cuentan en la mayoría. Asegurando que recientemente estuvieron «más de 20 días» sin producto.