Llega a España un nuevo medicamento para dejar de fumar que se usaba en la Segunda Guerra Mundial
Con un doble mecanismo de acción, la citisina aterriza en la farmacias como la gran esperanza para dejar de fumar
España se ha armado con un nuevo medicamento para dejar de fumar. Hablamos de Todacitan, un tratamiento comercializado por el laboratorio polaco Aflofarm cuyo principio activo es la citisina, una sustancia que está presente de manera natural en plantas de la familia Fabaceae.
Consumida como un barato sustituto del tabaco por los soldados rusos y alemanes en la II Guerra Mundial, según escribió en 2013 la investigadora Judith J Prochaska, de la Universidad de Stanford, llega a España con un doble mecanismo de acción que hasta ahora solo lo encontrábamos en Champix (Pfizer), fármaco recientemente retirado del mercado por presentar impurezas de nitrosaminas, una sustancia carcinógena, en niveles superiores a lo permitido. Por lo que la citisina aterriza en las farmacias españolas como la nueva esperanza definitiva para dejar de fumar.
«La citisina tiene un doble mecanismo de acción que la dota de una gran eficacia y capacidad para las personas que quieran dejar de fumar», cuenta a THE OBJECTIVE el doctor Carlos A. Jiménez Ruiz, neumólogo y presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
«Por un lado, actúa sobre el receptor nicotínico y hace que el fumador que deja de fumar y usa citisina sienta de forma muy aliviada los síntomas del síndrome de abstinencia», explica Jiménez Ruiz, que además asegura que bloquea el receptor nicotínico, esto es: «Si una persona que está tomando citisina fuma, se encuentra con que ese receptor está bloqueado y el sujeto no siente el placer de fumar, por lo que hace mucho más difícil tener una recaída».
Por su parte, la doctora María Jesús Escribano, del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, llama a la precaución ya que el Todacitan, señala, «puede reducir la eficacia de los anticonceptivos hormonales». Además, recomienda su uso solo en aquellas personas que están realmente concienciadas con dejar de fumar ya que, advierte, «si una persona toma este medicamento y fuma se puede producir una sobredosis de nicotina». Además, solo aconseja que lo tomen fumadores entre 18 y 65 años.
25 días de tratamiento
Otra de las características de la citisina, que se comercializa en España desde principios de esta semana, son los escasos días de tratamiento. Con una duración de 25 días, frente a los 3-6 meses que requieren otras terapias con la misma indicación, como parches cutáneos, chicles o aerosol nasal, comienza con dosis de seis comprimidos diarios durante los primeros tres días, para disminuir de forma gradual hasta uno o dos comprimidos diarios en los últimos cinco días. Una caja es suficiente para completar el tratamiento y tiene un coste de 198 euros –siendo siempre necesaria la prescripción médica para su uso–.
En este sentido, el doctor Carlos A. Jiménez Ruiz hace hincapié e insiste en que «lo más importante es que cuando un fumador quiera dejar de fumar acuda a un profesional sanitario para que le haga un adecuado diagnóstico del tipo de tabaquismo que padece y el grado de dependencia que tiene para hacerle un tratamiento personalizado».
Por otro lado, los efectos secundarios son casi inexistentes. Según el experto, solo entre 8% y 15% de los pacientes que se encuentran en tratamiento con cistisina tienen efectos secundarios, como náuseas o sequedad de boca. Además, cuando estos se manifiestan, casi siempre en la primera o segunda semana, lo hacen con una intensidad muy leve.
Cambio de la ley del tabaco
En España, el tabaco es la segunda sustancia psicoactiva más extendida entre la población, causando más de 50.000 muertes al año, lo que representea el 13% de todas los decesos. Aproximadamente, un cuarto de los españoles –25%– afirma fumar a diario, un porcentaje que aumenta al 33% cuando la edad oscila entre los 35 y 55 años, según la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020.
Así, con una prevalencia del tabaquismo en nuestro país en alza y sin bajar desde la ley del tabaco de 2010, desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) proponen incorporar a esta ley cinco medidas para reducir el consumo del tabaco:
- Aumento del precio del tabaco: cigarrillos, puros, tabaco de liar, pipas de agua, cigarrillos electrónicos
y tabaco calentado. - Prohibición del consumo de tabaco en espacios públicos abiertos como terrazas, estadios deportivos, playas, parques o plazas de toros.
- Instauración del empaquetado genérico para así hacer desaparecer los logos e imagen de las compañías tabaqueras.
- Regular la venta, el consumo y la publicidad de los cigarrillos electrónicos y de los dispositivos que calientan pero no queman tabaco. Deben tener la misma regularización que tienen los cigarrillos.
- Facilitar ayuda sanitaria a fumadores para que dejen de fumar, así como la financiación de todos los tratamientos para dejar de fumar y la creación de unidades de tabaquismo. En la actualidad, solo los fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central, como el Champix (de momento retirado del mercado español) y el Zyntabac (bupropión) están financiados por el Sistema Público de Salud.