El primer estudio entre vacunas ARNm demuestra que Moderna es la más eficaz
El estudio muestra que Moderna incluye un 21% menos de riesgo de infección documentada y un 41% menos de riesgo de hospitalización
El camino más corto hacia la inmunidad total frente al coronavirus pasa por la vacunación. La efectividad de las vacunas ha quedado más que demostrada a lo largo de estos casi dos años de pandemia en la que más de 4.350 millones de personas -el 55,9% de la población mundial- ya están vacunadas con al menos una dosis.
Las vacunas basadas en ARN mensajero –Moderna y Pfizer– han demostrado tener una efectividad de más del 90%, sin embargo, hasta la fecha, se desconocía su efectividad comparada. Ahora, un grupo de investigadores estadounidenses ha realizado la primera comparación directa entre este tipo de vacunas analizando las bases de datos nacionales de atención médica de más de 400.000 militares del Departamento de Asuntos de Veteranos americano (VA), el sistema de salud más grande de los Estados Unidos.
Publicado en la revista científica New England Journal of Medicine, el estudio concluye que aunque ambas vacunas siguen siendo muy eficaces para prevenir enfermedades graves y hospitalizaciones, las dosis de Moderna parecen más efectivas que las de Pfizer-BioNTech.
Disparidad pequeña pero real
El estudio, realizado entre el 4 de enero y el 14 de mayo de 2021 durante un período marcado por el predominio de la variante alfa, midió la covid-19 documentada, la enfermedad sintomática, el número de hospitalizaciones, los ingresos en UCI y los fallecimientos.
Revisado por pares en grupos que incluían 219.842 personas cada uno, muestra que Moderna ofrece un mayor nivel de inmunidad, incluyendo un 21% menos de riesgo de infección documentada y un 41% menos de riesgo de hospitalización. Así, refleja que el riesgo estimado de infección documentada fue de 5,75 eventos por 1000 personas en el grupo de la vacuna de Pfizer y 4,52 eventos por 1000 personas en el grupo de Moderna, lo que representa un exceso de 1,23 casos de infección documentada en el primer grupo.
Además, los datos también muestran, aunque en porcentajes diferenciadores menores, un exceso de riesgo del 0,44% para sintomáticos, del 0,55% para hospitalización, del 0.10% para ingreso en UCI y del 0.02% para muerte por Covid-19 cada 1.000 personas en el grupo de Pfizer en relación con el grupo de Moderna.
Posteriormente, el estudio realizó una fase adicional donde la variante predominante era delta. En esta comparación, el exceso de riesgo de infección documentada durante 12 semanas fue de 6,54 eventos por cada 1.000 personas para la vacuna de Pfizer, en comparación con Moderna. De manera que el menor riesgo de Moderna se mantuvo constante pese al cambio de variante principal.
No obstante, los expertos consultados por THE OBJECTIVE, hacen hincapié en que la disparidad entre estas vacunas es «pequeña» y «no es acertado que las personas que hayan sido vacunadas con Pfizer piensen que recibieron una vacuna inferior».
Además, matizan que los resultados del estudio pueden estar «sesgados» por diversos factores, como la edad de la población vacunada, el lugar o el momento de la vacuna.
Por ejemplo, la vacuna de Pfizer-BioNTech se distribuyó en EEUU semanas antes que la de Moderna a grupos prioritarios: adultos mayores y trabajadores de la salud. «La inmunidad disminuye más rápidamente en los adultos mayores, por lo que un descenso observado en un grupo formado principalmente por adultos mayores puede dar la falsa impresión de que la protección de la vacuna de Pfizer-BioNTech disminuye rápidamente», apunta The New York Times, que también se hace eco del estudio.
Diferencias entre Moderna y Pfizer
En España, el 89,5% de la población diana –más de 37 millones de personas–, habría recibido las dos pautas de vacunación. En este sentido, más de 26 millones habrían recibido la pauta completa con Pfizer y casi cinco millones se habrían inoculado de forma completa con Moderna, según últimos datos actualizados por el Ministerio de Sanidad.
Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, ya apuntó a THE OBJECTIVE las diferencias entre ambas vacunas compuestas a partir de ácidos ribonucleicos mensajeros (ARNm) y sustentadas por tecnologías que no se habían utilizado hasta ahora.
Según explica Rojas, la diferencia más destacable es la temperatura de conservación. Mientras que Pfizer debe conservarse a unos 70/80 grados bajo cero, la de Moderna debe hacerlo a unos 18/20 grados bajo cero y podría aguantar unos 30 días.
Sin embargo, según el estudio, una diferencia entre estas vacunas podría deberse al diferente contenido de ácido ribonucleico, 30 microgramos para Pfizer y 100 para Moderna; o el intervalo entre la primera dosis y la dosis de refuerzo, cuatro semanas para Moderna frente a las tres de Pfizer. Así, según los expertos, la semana extra puede dar a las células inmunitarias más tiempo para proliferar antes de la segunda dosis.
No obstante, el presidente de la Asociación Española de Vacunología concluye que la eficacia de ambas vacunas es «muy similar» y cualquiera de las dos, hace hincapié, es «completamente válida» en un contexto de pandemia.