La exdirectora de 'El País' protesta ante la embajada de Irán
Soledad Gallego Díaz ha participado este miércoles en la concentración de repulsa por la situación de las mujeres en aquel país
Soledad Gallego Díaz.
La exdirectora del periódico ‘El País’ Soledad Gallego Díaz ha sido una de las mujeres que han liderado este miércoles la concentración ante la embajada de Irán en Madrid en protesta por la represión de las últimas semanas en el país.
Aunque oficialmente el Gobierno español no ha querido elevar el tono contra el régimen de Teherán, quizás por los tradicionales lazos con Podemos, Gallego Díaz y varias decenas de mujeres sí han querido mostrar su repulsa por las al menos 76 personas que han fallecido en las últimas semanas en Irán.
Gallego Díaz, que siempre ha militado en organizaciones feministas, no se comportó como una manifestante más, sino que se dedicó a repartir pasquines entre las asistentes a la protesta convocada por varias asociaciones del mundo de la cultura. El objetivo era entregar una carta al embajador de Irán en España, pero no lograron su propósito al permanecer cerrada a cal y canto la legación diplomática.
Al grito de «Hermanas iraníes, estamos con vosotras», la veterana periodista y medio centenar de compañeras reivindicaron las protestas que estos días se siguen en Irán. Además, se procedió a la quema de velos islámicos, tal y como se hace en las manifestaciones de Teherán.
La organización convocante era la Asociación Clásicas y Modernas, que lucha por la “igualdad de mujeres y hombres en la cultura” y que se considera heredera de la generación de mujeres de la Segunda República que unieron la creación artística y la movilización política. En su página web no aparece la palabra “feminismo” o, al menos, yo no la he encontrado. No parece que esta manifestación haya tenido mucho eco en la prensa.
Vemos que, para algunos y, sobre todo algunas, la víctima del “patriarcado” es la mujer, excepto si es de derechas o musulmana. Para otros y poquitas otras, la víctima del “feminazismo” es el hombre, excepto si es inmigrante.
Es muy raro en una periodista-activista de izquierdas similar a la Ángeles Barceló. Les suelen gustar los velos islámicos, como todos sabemos.
Me parece coherente y un gesto que la honra. Lo que no entiendo es el mutismo del podemismo, más interesado en el dinero que en el feminismo y la lucha real de las mujeres frente al islam.