Expertos del CSIC abogan por no eliminar el uso de la mascarilla en el transporte público
Consideran que en invierno crecerán los casos, pero que será «más tranquilo que en los últimos años»
Expertos que participan en Valencia en las segundas Jornadas Científicas de la Plataforma Salud Global del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han abogado por no eliminar de momento el uso de la mascarilla en el transporte público y han augurado que, aunque en invierno crecerán los casos, será «más tranquilo que en los últimos años».
La viróloga, inmunóloga e investigadora, Margarita del Val ha indicado que aunque puede que «estemos cansados» de llevar la mascarilla en el transporte público, es uno de los sitios «de riesgo, porque nos enfrentamos a muchas personas».
«Es cierto que el transporte público puede ser un punto en el que entra en contacto mucha gente distinta, y sería una de las situaciones de riego que habría que considerar, especialmente en los coches compartidos, que son más pequeños», ha explicado.
Tras indicar que ella prefiere mantener su uso, la también coordinadora de las Jornadas Científicas ha explicado que ella lleva «más las mascarillas que otras personas porque podría ser un vector que llevase el virus a muchos sitios. Pienso que me interesa hacerlo por mí y por los demás que puedan ser personas de riesgo».
Por su parte, el también investigador del CSIC Iñaki Comas, ha indicado, sobre el uso de la mascarilla, que hay que aprender a tener una «mente dinámica» y cuando haya mucha transmisión comunitaria volver a su uso, y en el caso de que haya poca, utilizarla menos.
«En épocas de mucha transmisión es mejor mantenerla en determinados ambientes, como el transporte público», ha indicado el investigador, quien ha insistido en que se debe entender la protección de un modo «más dinámico» que antes.
Más casos en invierno
Tras reconocer que la pandemia de coronavirus no ha terminado pero la urgencia «ha cambiado muchísimo», ha señalado que ahora es necesario «concentrarse en las personas y en las situaciones de alto riesgo, como los interiores mal ventilados» y ha insistido en que este invierno «debemos tener mucho cuidado».
Comas ha agregado que este invierno se espera un aumento de casos porque se celebran más reuniones en espacios cerrados, aunque ha destacado que la inmunidad «se sigue manteniendo muy bien, incluso con las vacunas originales, y además tenemos las nuevas que vienen con ómicron, que protegen bien contra la enfermedad muy grave».
A su juicio se vive una situación «optimista», y aunque durante este invierno va a haber casos, con las dosis de refuerzo se puede «tener un invierno más tranquilo de lo que hemos tenido en los últimos años».
El catedrático de Microbiología de la Universitat de Valencia, David Navarro, ha señalado que se trata de un virus que se ha instalado «definitivamente, de no emerger alguna variante que escape drásticamente de las respuestas que generan las infecciones previas».
Con la vacunación y la infección previa, ha dicho, «la tendencia debería ser de normalizarse la situación y que se convierta en un virus más o menos estacional y produzca problemas en personas particularmente vulnerables, muy al estilo del virus de la gripe».
«Odio el término gripalizar, es un virus totalmente distinto al de la gripe, aunque confío en que espere comportarse como mucho como el de la gripe», ha dicho Navarro, quien preguntado por si apostaría por administrar la cuarta dosis a la población general, ha dicho que es «prematuro» responder a eso.