El padre de Olivia valora demandar a la Justicia por difundir la sentencia de maltrato
El abogado del progenitor ha señalado que su cliente fue condenado por un delito malos tratos en su pena mínima, «por la mera declaración de la Sra. Martínez»
Los abogados Daniel Labrador e Ignacio Blanco, que representan al padre de Olivia García, la niña asesinada supuestamente por su madre en Gijón, han avanzado este viernes que están valorando la posibilidad de interponer acciones contra el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), al haberse remitido a los medios de comunicación la sentencia condenatoria de su cliente por malos tratos.
«Ningún castellano leonés puede sentirse seguro ya con respecto a la privacidad de sus actuaciones judiciales en Castilla y León, ni que estos sean tratados objetivamente», ha señalado Blanco, quien ha dado lectura a un comunicado de prensa en Gijón, acompañado de Labrador.
Para él, la «injustificada reacción» del citado Tribunal «no es más que un intento de culpabilizar al magistrado que otorgó la guardia y custodia de la niña a su padre, cuando es esta institución la que debería haber proscrito la deriva judicial de la Sra. Martínez que supuso un calvario para Eugenio y su familia», ha reprochado.
Al tiempo, el letrado ha llamado la atención sobre que el TSJCyL no haya hecho mención a la denuncia registrada ante la Guardia Civil por sustracción de menores contra la madre de la pequeña, interpuesta por el padre, Eugenio García, el pasado 10 de enero, y cuya única actuación ha sido la designación de procurador y abogado de oficio el 21 de octubre, diez meses después.
Asimismo, Blanco ha recalcado que lo que se juzga actualmente es el supuesto asesinato de una niña de seis años por su madre, la cual supuestamente «la intoxicó para asesinarla, mediando el engaño en la alimentación, prevaliéndose de su superioridad y violando el íntimo vínculo materno filial de confianza por el que ningún niño espera que su madre lo asesine».
A este respecto, ha indicado que a lo largo del procedimiento judicial acreditarán «la premeditación y alevosía» con la que actuó la madre de Olivia, a la que había recogido en Segovia para supuestamente asesinarla seis horas más tarde en Gijón.
«Se demostrará la quiebra del sistema judicial en el ámbito de la violencia de género, la mentira en la que vivía la Sra. Martínez y la connivencia de un sistema judicial, en el que pocos jueces se atreven a tomar decisiones que protejan al menor cuando hay la mínima sospecha de mediar maltrato si el favorecido con la custodia es el padre», ha sostenido el abogado.
Este, parafraseando al padre de Olivia, ha incidido en que esto no va de hombres ni de mujeres, «va de buenas y malas personas», ha apuntado, a lo que ha defendido que se trata sobre todo de proteger a los niños.
El letrado, asimismo, ha expresado el agradecimiento del padre de la niña por todas las muestras de cariño recibidas, así como su «total apoyo» a la familia de la supuesta asesina.
Blanco ha remarcado que la madre de Olivia es la única responsable de la muerte de la pequeña. «Nos la arrebató», ha lamentado. «A ello ha contribuido un sistema judicial imperfecto y una ley de violencia de género que acaba con la presunción de inocencia del varón», ha advertido el letrado.
Calvario judicial
Sobre la sentencia de malos tratos, ha señalado que es una información «interesada y sesgada» que, según el, se centra en el único pronunciamiento de condena, «omitiendo los de absolución, a pesar del calvario judicial sufrido por Eugenio desde que propusiera el divorcio».
Ha añadido, además, que su cliente fue condenado por un delito malos tratos en su pena mínima, «por la mera declaración de la Sra. Martínez, siendo absuelto respecto al resto de delitos por el que se le acusaban».
El abogado ha aludido a partes de la sentencia en la que se dice que el relato de la madre de Olivia «presenta contradicciones, lagunas y es parcial», además de que se dice sobre ella que «falta a la verdad u omite datos que entiende que la desfavorecen».
También ha citado algunos fragmentos del fallo judicial, como es el que la empleada de la guardería relató «la alegría de Olivia cuando la recogía su padre mientras su madre nunca lo hacía» o que la empleada del hogar dijo de esta que «ella era la que llevaba la voz cantante en la casa, no él».
Para Blanco, se trata de un hecho aislado, sobre el que su cliente siempre ha defendido su inocencia, hasta el punto de que un juez le otorgó finalmente la guardia y custodia de la niña, la pasada semana.
«Resulta evidente que con quien corría peligro la niña era con su madre», ha remarcado el letrado, a lo que ha agregado que el propio juez refiere que «no es muy congruente con el aura de dominación típica de la violencia machista que sea él y precisamente él que se conciencia de que la relación entre ellos era inviable e insalvable quien quiera cortar la misma».
«Una condena que se repite todos los días en muchos juzgados de toda España ante la perversión de que un hombre tenga que acreditar en la intimidad familiar que no ha maltratado a su pareja, pero la mujer no tiene nada que acreditar», ha señalado Blanco, quien ha atribuido el hecho a las consecuencias de la Ley de Violencia de Género.