¿Qué es mejor, el balón intragástrico o una reducción de estómago?
El 15% de la población española es obesa, una cifra que sube a casi el 25% al tener en cuenta a las personas con sobrepeso
Una persona midiéndose la barriga | Pixabay
La obesidad es un problema de salud pública a nivel mundial y España no se queda atrás. Las cifras en este país son muy elevadas, con un 15% de la población adulta obesa. Además, esta cifra sube a casi el 25% al tener también en cuenta a las personas con sobrepeso. Además, a todo esto hay que sumar las tasas de obesidad infantil, que son cada vez más altas. Pero, a la hora de usar este término, es importante qué es realmente la obesidad o el sobrepeso.
El director médico y fundador de IDI-Instituto Digestivo, Diego Sánchez Muñoz, explica que los especialistas cuentan con «herramientas sencillas» para poder diagnosticar cuando una persona «tiene sobrepeso u obesidad». «De esta forma, en la consulta utilizamos una fórmula muy sencilla que es el índice de masa corporal, que es el resultado de dividir el peso del paciente por la talla elevada al cuadrado», especifica el especialista en aparato digestivo.
Según lo elevado que sea el resultado de este cálculo permitirá clasificar al paciente «en función de su grado de sobrepeso u obesidad». Según el doctor, la formula establece que un paciente tiene obesidad cuando su índice de masa corporal es superior a 30; en caso de que esté por encima de 40, lo que sufre es obesidad mórbida.
La obesidad es un problema que afecta a todos los sistemas del organismo. Algunas de las patologías más conocidas que provoca son las cardiovasculares, como la hipertensión, cardiopatías o ictus; además, también está relacionada con enfermedades metabólicas como la diabetes. Pero todas estas enfermedades forman un «círculo vicioso», retroalimentándose y provocando otras afecciones como hígado graso o cirrosis hepática. E, incluso, existe una relación entre obesidad y cáncer: «La tasa de presentación de diferentes tipos de cáncer es mayor en pacientes obesos».
El balón intragástrico como una posible solución
Esta fue la primera técnica endoscópica introducida para tratar la obesidad de forma quirúrgica, «hace más de 20 años». Está dentro de las técnicas conocidas como Endoscopia bariátrica. Para llevar a cabo esta intervención, realizada a través de una endoscopia digestiva alta, se pasa un catéter al estómago. Este lleva en el extremo un balón de silicona con una cantidad variable entre 400 y 600 cm³ de suero fisiológico. Tras rellenarlo, se suelta del catéter y se deja colocado en el estómago.
«Este balón se deja en el estómago durante un tiempo que varía entre los 6 y los 12 meses, dependiendo del dispositivo (ya que hoy en día no es adecuado hablar de balón intragástrico de forma general, sino que hay que considerar los distintos balones disponibles en el mercado) y, pasado este tiempo, se retira mediante la realización de una nueva endoscopia oral en la que se vacía todo el líquido del balón y este se extrae a través de la boca», explica Sánchez Muñoz.
El especialista también asegura que las dos endoscopias son «absolutamente indoloras» y tienen lugar bajo sedación. Además, es posible repetir y reproducir el proceso más veces ya que «no requiere ingreso hospitalario ni hay alteración de la anatomía gástrica».
Tratar la obesidad con una reducción de estómago
El balón intragástico no es el único tratamiento para la obesidad. En los últimos años, los especialistas han desarrollado técnicas para conseguir reducir la cavidad gástrica a través de la vía endoscópica. Estas son, por tanto, técnicas similares a las quirúrgicas. Además, el doctor Sánchez Muñoz asegura que cuentan con la ventaja de «no tener herida, cicatrices y, por tanto, el postoperatorio es mucho menos doloroso y más rápido».
Estas técnicas tienen los nombres de Endomanga y Endosleeve «debido a las similitudes con las técnicas de Sleeve quirúrgico clásicas». Las operaciones consisten en hacer diferentes patrones de saturas dentro de la cavidad gástrica; estas consiguen reducir la capacidad y el volumen del estómago. Además, también dificultan «la motilidad intestinal y el vaciamiento del
mismo, lo que promueve que exista sensación de saciedad».
No todas las personas son candidatas para estas intervenciones
Igual que ocurre con todos los procesos y tratamientos médicos, ni el balón intragástrico ni la reducción de estómago están recomendadas para todas las personas. Aparte de lo que indique el índice de masa corporal, también hay que tener en cuenta factores como la edad (son técnicas indicadas en pacientes mayores de edad) y la existencia de enfermedades concomitantes. Además, es importante también valorar el riesgo quirúrgico de los pacientes.
