Hallazgo en Barcelona: una mujer encuentra una granada en el cajón de su difunto marido
La actuación de los especialistas en desactivación de explosivos de los Mossos d’Esquadra resultó vital para no tener que no sucediera una tragedia
Una mujer de avanzada edad del distrito Sarrià-San Gervasi de Barcelona, ha encontrado un peligroso artefacto explosivo en un cajón de pertenencias de su difunto marido. Se trata de una granada de mano, que ha sido desactivada y retirada por especialistas de los Mossos d’Esquadra, tal y como ha informado el periódico ELCASO.
Toda esta odisea comenzó cuando la mujer, que se encontraba en su piso, decidió abrir y ordenar cajones con pertenencias de su marido, ya fallecido. Así fue que, al abrir uno de ellos, en el que encontró diferentes dispositivos, tales como gafas, cables, botones, documentos, y un cd casi en desuso; se topó con lo que parecía una granada explosiva.
Ante esto, la mujer se asustó mucho, y se apresuró a llamar al Servicio de Emergencias 112, para contar su sorprendente hallazgo en un cajón de su domicilio. Una vez comenzó la movilización de las fuerzas de la autoridad, los Mossos d’Esquadra contactaron con especialistas en desactivación de explosivos (TEDAX).
Ya en el piso, se encontraron a la señora visiblemente nerviosa y asustada, y procedieron a actuar para retirar el artefacto explosivo de la forma más rápida y eficaz posible, para evitar lo que podría ser una catástrofe si se activara el mecanismo de detonación.
Tanto es así, que primero tuvieron que cerciorarse de que la granada de mano se encontraba en buen estado, y asegurar el perímetro. Una vez realizaron las pruebas pertinentes para dicha verificación, se dispusieron a extraer el artefacto explosivo y colocarlo en una caja de seguridad, para una segura extracción del domicilio.
Por suerte para todos, la granada de mano no contenía gran cantidad de material explosivo en su interior, y pudo ser retirada del domicilio sin causar ninguna tragedia. La rápida actuación de los especialistas del TEDAX hizo que todo quedara en una mera, aunque no por ello menos peligrosa, anécdota.