Horas extra y poca retribución: la Unidad Militar de Emergencias denuncia «explotación laboral»
La excesiva jornada laboral y la falta de una buena organización del personal entran en conflicto con numerosas normativas referente a descansos
La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) ha denunciado la «explotación laboral» que sufre la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuyos miembros pueden trabajar anualmente entre 800 y 1.600 horas más respecto a la jornada establecida para la función pública. Esta asociación ha realizado un informe sobre la situación laboral de los miembros de la UME, de la que el Ministerio de Defensa muestra una «imagen idílica», y que, sin embargo, «existe una realidad oculta donde el trato a los hombres y mujeres trabajadores (militares) tiene tintes de explotación laboral«.
Aunque el informe se circunscribe a una unidad local de la UME, el tercer batallón de Intervención en Emergencias (BIEM III), ubicado en la Base Militar Jaime I, de Bétera (Valencia), la AUME asegura que puede extrapolarse al resto de la unidad. El estudio muestra, con «datos reales», dos ejemplos de miembros de tropa y marinería de dicho batallón, que pueden ser representativos en cuanto al número de horas trabajadas anualmente.
Uno de ellos, es el de un militar que en el año 2021 trabajó un total de 2.448 horas entre ejercicios, maniobras, intervenciones y presenciales en la unidad, lo que supone 806 horas más que un funcionario. El otro, es el de un miembro de la UME que en 2022 trabajó un total de 3.248 horas, 1.606 más que un empleado público, unas diferencias, en ambos casos, que incumplen la normativa.
Así, la orden ministerial 1363/2016 de 28 de julio que regula la jornada y el régimen de horario habitual de trabajo para el personal militar establece que serán similares a los que se contemplan para el resto de los empleados públicos. El «desorbitado» número de horas trabajadas en exceso, de las que «es fácil intuir unas desbordantes jornadas», no están compensadas de forma alguna, y, menos, con retribuciones suficientes», denuncia AUME.
Según la asociación, la excesiva jornada laboral, la falta de una buena organización de la disposición del personal en las distintas situaciones de actividad, reserva y descanso, entran en conflicto con numerosa normativa referente a descansos, jornadas y prevención de riesgos. Además, «choca frontalmente con el debido equilibrio que ha de existir entre los deberes y los derechos» que recoge en la Ley Orgánica de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas.
En cuanto a las retribuciones, el informe señala que si bien la UME proporciona un incentivo retributivo que para los salarios más bajos puede suponer un «importante» acicate, no supone «una compensación justa al trabajo desarrollado». Frente a este aliciente y el atractivo de las actividades laborales que la unidad realiza, AUME critica un «ámbito laboral estrictamente controlado y coercitivo, en el que el puesto y la permanencia están condicionados «de forma discrecional por parte del mando», lo que genera «un sistema abusivo y lindando en la explotación laboral».