La cobertura de las vacunas pediátricas cae en siete regiones como consecuencia de la covid
Las dudas que se ciernen sobre la inyección contra el coronavirus se han extendido a otras inoculaciones, según aseguran los expertos
En España, a pesar de contar con unas coberturas vacunales pediátricas elevadas, tras la pandemia, estas han ido disminuyendo considerablemente en relación a los últimos años. Con respecto a las coberturas de vacunación de la triple vírica (sarampión, paperas y rubeola), que se suele usar como indicador de cobertura genérica de vacunación, el objetivo para mantener el estado de eliminación del sarampión y rubeola es alcanzar y mantener coberturas ≥95% con la primera y segunda dosis de vacuna.
El objetivo se cumple con la primera dosis, mientras que con la segunda la cobertura alcanzada queda bastante alejada del objetivo, disminuyendo considerablemente en relación a la obtenida en los últimos años. Siete comunidades autónomas muestran coberturas de vacunación por debajo del 90% con la primera y/o la segunda dosis, según se desprende del propio informe del Ministerio de Sanidad sobre vacunales en España consultado por THE OBJECTIVE. Estas son: Baleares, País Vasco, Asturias, Cataluña, Madrid, Canarias y La Rioja.
Las dudas que se ciernen sobre la vacuna de la covid han sido determinantes y se han extendido a otras vacunas, así lo aseguran los expertos. Como se aprecia en el gráfico inferior, realizado por la Asociación Española de Pediatría (AEP), en 2021 han caído las cifras tanto de la primera dosis (un punto porcentual, hasta el 95,38 %) como de la segunda dosis (2,5 puntos, hasta el 91,22 %), a nivel nacional.
Una cobertura de la primera dosis del 95,4% a nivel nacional sería una cifra satisfactoria, reconocen desde la AEP, si este nivel de cobertura se garantizara también a niveles de demarcaciones geográficas de menor nivel, de forma que se pudiera asegurar, razonablemente, que no se dejan atrás bolsas de población con coberturas menores. Y esto no ocurre así, pues en los datos por CCAA se puede comprobar que varias de estas se alejan del objetivo de forma importante: País Vasco 84,13%; Baleares 85,23% y Cataluña 91,23%.
Por su parte, Murcia (94,03%), Cantabria (94,1%) y Canarias (94,96%) se acercan al objetivo. El resto, lo cumplen (>95 %): Andalucía, Asturias, Castilla La Mancha, Castilla y León, Ceuta, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Madrid y Navarra.
Sin embargo, la cobertura de la segunda dosis, según el Ministerio de Sanidad, es del 91,2%, muy por debajo del objetivo (95%). 14 comunidades y ciudades autónomas (72,7% de la población total) no alcanzan el objetivo propuesto. Las cifras de algunas comunidades son realmente malas, destacan desde la AEP: Baleares (79,5%), País Vasco (81,4%), Asturias (84,8%), Cataluña (88%) y Madrid (88,7%). Estas comunidades suponen el 40% de la población española. Así, solo cuatro comunidades alcanzan el objetivo: Andalucía, Cantabria, Castilla y León y Murcia. Navarra y Com. Valenciana se quedan muy cerca del 95%.
La confianza cae ocho puntos en España
El informe Estado Mundial de la Infancia 2023 presentado por Unicef revela que la percepción del valor de las vacunas infantiles ha caído en casi ocho puntos porcentuales en España (de un 96,5% a un 88,6%) tras el inicio de la pandemia, y en más de una tercera parte (entre 33 y 44 puntos porcentuales menos) en Corea del Sur, Papúa Nueva Guinea, Ghana, Senegal y Japón.
Según los nuevos datos, recopilados por el Proyecto de Confianza en las Vacunas (The Vaccine Confidence Project en inglés) y publicados esta semana por Unicef, China, India y México fueron los únicos países analizados donde la percepción de la importancia de las vacunas se mantuvo estable o incluso mejoró. En muchos países, las personas menores de 35 años y las mujeres fueron quienes manifestaron menos confianza en las vacunas infantiles con la llegada de la covid. En el caso concreto de España, la caída de la confianza fue similar por sexo y edad, aunque algo mayor entre las mujeres (un 8,1%, frente a un 7% en los hombres).
«A pesar de que el desarrollo de las vacunas contra la covid fue un logro histórico sin precedentes que permitió salvar innumerables vidas, las consecuencias de la pandemia han provocado la mayor caída de las últimas décadas tanto en tasas de vacunación infantil como en la confianza de la sociedad en la inmunización», ha afirmado el director ejecutivo de Unicef España, José María Vera, que agrega que en España «podemos intuir que las dudas que se ciernen sobre la vacuna de la covid han sido determinantes y se han extendido a otras vacunas».
«Lo que toca ahora, desde las autoridades públicas, sanitarias y científicas y desde las organizaciones sociales, es reforzar las evidencias: señalar lo que las vacunas han conseguido en estas décadas y lo que supone cualquier tipo de retroceso en esa inmunización», hace hincapié.
67 millones de niños sin vacunar entre 2019 y 2021
Según este mismo informe, asistimos al mayor retroceso sostenido de la inmunización infantil de los últimos 30 años. De esta forma, entre 2019 y 2021, 67 millones de niños se quedaron sin recibir inmunización sistemática total o parcial, de los cuales, 48 millones no tuvieron ni una sola vacuna sistemática, lo que se conoce como ‘cero dosis’.
De esta forma, el informe refleja que, en 2022, por ejemplo, el número de casos de sarampión fue más del doble del total del año anterior. Mientras, la cifra de niños paralizados por la poliomielitis aumentó un 16% interanual en 2022. Si se compara el periodo de 2019 a 2021 con el trienio anterior, el número de niños y niñas que sufrieron parálisis a causa de la poliomielitis se multiplicó por ocho, lo que pone de manifiesto la obligación de garantizar que se mantengan los esfuerzos de vacunación.
«Aunque habrá que confirmar esta tendencia en los próximos años, son datos que representan una preocupante señal de alarma y frente a los que todos, incluidos los gobiernos, debemos redoblar el compromiso, aumentar la financiación de la inmunización y evitar que la vacunación sistemática se convierta en otra víctima de la pandemia. Si esto ocurriera, la próxima oleada de muertes podría deberse a un aumento en el número de niños con sarampión, difteria u otras enfermedades prevenibles», ha advertido el director ejecutivo de Unicef España.