Cómo preparar un ‘macroexamen’ tipo oposición o de acceso a la universidad
Las estrategias de aprendizaje nos permiten estar cognitivamente activos y ser conscientes de nuestro proceso
Prepararse para la evaluación de acceso a la universidad (EvAU o EBAU en España) o para cualquier examen que requiera preparar mucho contenido no implica solamente estudiar los contenidos de las materias que serán evaluadas. También es necesario desarrollar técnicas de estudio efectivas que ayuden a retener la información y a enfrentarse de manera adecuada a la presión que supone demostrar muchos conocimientos en una sola oportunidad.
Podemos aprender a construir estrategias de aprendizaje que aumenten la generalización y la transferencia de lo aprendido en Bachillerato (o durante un periodo largo de preparación).
Las estrategias de aprendizaje nos permiten estar cognitivamente activos y ser conscientes de nuestro proceso de aprendizaje. Hay diferentes tipos de estrategias según el tipo de tarea cognitiva realizada o según el objetivo que buscamos con cada una. Pueden centrarse en ayudar a recordar hechos específicos (por ejemplo nemotécnicas), organizar los contenidos en una estructura coherente (por ejemlo, mapa conceptual) o integrar el contenido en los conocimientos y experiencia previos (por ejemplo, resumen).
El momento del aprendizaje
Cada estrategia de aprendizaje consta de estas tres partes: la preparación consciente para procesar la información, el momento de adquirir nuevo conocimiento o habilidades y la reflexión y establecimiento de metas para seguir mejorando en el futuro.
Las estrategias pueden ser:
- Motivacionales: metas desafiantes pero alcanzables, retroalimentación positiva y reconocimiento del progreso y avances, fomentar un ambiente de apoyo y colaboración.
- De autorregulación: manejo efectivo del tiempo (cronogramas, agendas), de la atención y las distracciones (por ejemplo, establecer un entorno propicio, eliminar distracciones tecnológicas, establecer metas y objetivos claros, practicar la atención plena –meditación–, organizar el trabajo, tomar descansos regulares o ejercitar el propio cuerpo), así como el control de las emociones y la automotivación.
- Cognitivas: técnicas como la elaboración, donde relacionamos nueva información con conocimientos previos para facilitar su comprensión y retención, el uso de imágenes mentales para visualizar conceptos o ideas, la organización de la información mediante la creación de esquemas o mapas conceptuales y la repetición espaciada para reforzar la memoria a largo plazo.
- Metacognitivas: habilidades como la planificación de la tarea, donde anticipamos los pasos necesarios para alcanzar un objetivo de aprendizaje, la monitorización del propio entendimiento, donde evaluamos continuamente nuestro progreso y comprensión durante el proceso de aprendizaje, y la evaluación retrospectiva, donde reflexionamos sobre lo que hemos aprendido y cómo podríamos mejorar en el futuro.
O, según otros autores, se pueden dividir en actividades de apoyo, de contexto, de búsqueda o de información:
Memorizar, estructurar e integrar
En cuanto a la manera en que se produce el aprendizaje, hay tres tipos de estrategias: las mnemotécnicas para recordar los contenidos, las estructurales para ayudar a organizar los contenidos y las generativas para ayudar a los alumnos a integrar los contenidos nuevos con sus conocimientos previos.
Pueden centrarse en ayudar a recordar hechos específicos, en organizar los contenidos en una estructura coherente o en integrar el contenido en los conocimientos y experiencias previas:
- Las reglas mnemotécnicas ayudan a los estudiantes a memorizar contenidos como nombres, hechos o fechas. El objetivo es que una vez hayamos memorizado hechos básicos, los podamos recuperar con un esfuerzo mínimo para realizar un pensamiento de orden superior. También ayudan a aprender contenidos que aparentan no tener sentido, al establecer algún grado de significación. Un método mnemotécnico es el de las palabras clave (muy usado por ejemplo para el vocabulario de una lengua extranjera): por ejemplo, si estamos aprendiendo la palabra francesa pomme (que significa “manzana” en español), podríamos asociarla con la palabra clave bomb en inglés. Entonces, podríamos visualizar una situación en la que una manzana se convierte en una bomba o en la que una bomba explota en forma de manzana.
- Las estrategias estructurales nos permiten establecer una organización de los contenidos. La creación de mapas y de esquemas son estrategias estructurales. Facilitan la organización de la información de manera visual y jerárquica. Esto ayuda a procesar y retener la información de manera más efectiva, así como a desarrollar habilidades de pensamiento crítico y trabajo en equipo.
- Las estrategias generativas están orientadas a ayudar al alumno a integrar la información que se ha presentado con el conocimiento y la experiencia previos. Procuran promover una comprensión en profundidad. Resumir lo que hemos aprendido con otras palabras, o redactar preguntas en forma de tarjetas con sus respuestas por detrás son estrategias de este tipo.
Las estrategias cognitivas se pueden mejorar con instrucción. Es decir, se pueden enseñar en el aula. Ayudar a los estudiantes a conocerlas y aplicarlas es uno de los papeles de los docentes.
La importancia de la planificación
La preparación para la prueba de acceso a la universidad o una oposición requiere tiempo, esfuerzo y dedicación. Para planificar el estudio de manera efectiva, necesitamos hacer un calendario para asignar el tiempo a cada área, organizar la materia en bloques y ser capaces de controlar nuestros impulsos para mantenernos firmes en la consecución del objetivo propuesto.
Siguiendo estas recomendaciones, estaremos bien preparados para enfrentarnos a los “macroexámenes ” y alcanzar nuestros objetivos académicos. ¡Mucho éxito y suerte!
Esperanza Bausela, Titular de Universidad de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad Pública de Navarra
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.