Una herramienta digital detecta en tiempo real el riesgo de sufrir un nuevo infarto
Una iniciativa para identificar el peligro de un nuevo episodio marca un hito al ser la primera experiencia de este tipo en España
Los pacientes que sobreviven a un infarto agudo de miocardio tienen un riesgo significativamente mayor que la población general de experimentar nuevos eventos cardiovasculares, incluida la muerte. La evidencia científica indica que este peligro es especialmente alto durante el primer año.
Un equipo del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB), en colaboración con la empresa Novartis en una colaboración público-privada, ha desarrollado una herramienta pionera en el uso inteligente de datos que podría revolucionar la prevención en los doce meses posteriores al infarto.
El proyecto Artemis ofrece una visión en tiempo real del estado de los pacientes que han sufrido el ataque al corazón, identificando a aquellos con mayor riesgo y anticipándose a posibles complicaciones con intervenciones preventivas más efectivas. Es el primero de este tipo en España, y combina la reingeniería de procesos y el empleo de datos inteligentes para la toma de decisiones médicas.
«Comenzamos a monitorizar en tiempo real los resultados, lo que nos permitirá detectar y localizar a pacientes fuera de rango de control de factores de riesgo cardiovascular», afirma Oona Meroño, cardióloga del HUB.
«Hasta ahora, a menos que el paciente contactara de forma proactiva con los cardiólogos, no nos enterábamos de las incidencias de salud más allá de las visitas de seguimiento. Ahora podremos valorar muchos parámetros de analíticas, datos biométricos y otras pruebas médicas que pueden influir en evolución del paciente», detalla Meroño.
«Esto nos permitirá intervenir de manera oportuna, brindar educación específica e individualizada, y mejorar los resultados a largo plazo», puntualiza.
Más de 250 pacientes al año
Artemis, que será presentado en el Congreso de la Sociedad Catalana de Cardiología el próximo 30 de mayo, es un programa multidisciplinar y centrado en el paciente que atiende a más de 250 personas al año.
Les ofrece un seguimiento coordinado durante los doce meses posteriores al alta hospitalaria, tanto en el ámbito hospitalario como en la atención primaria, y se organizan todos los elementos necesarios para la rehabilitación y recuperación de las personas después de sufrir un síndrome coronario agudo.
«Se ha demostrado que la morbilidad y mortalidad después de un evento coronario se reducen orientando a los pacientes a adquirir hábitos de vida saludables, con deshabituación tabáquica, manejo farmacológico e implementación de un programa de rehabilitación cardíaca que aborda el control de los factores de riesgo cardiovascular en la prevención secundaria, el entrenamiento mediante el ejercicio físico, el autocuidado y la dieta, así como el acompañamiento psicológico», concluye Meroño.