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Los tres alimentos que no debes comprar en el supermercado, según una nutricionista

Encontrar productos con restos de hielo en el paquete, en carnes y pescados, puede afectar seriamente nuestra salud

Los tres alimentos que no debes comprar en el supermercado, según una nutricionista

Productos que tienes que dejar de comprar en el supermercado. | Pixabay

En un supermercado, la gran variedad de productos puede resultar abrumadora. Entre tanta oferta, es fácil pasar por alto detalles que pueden tener los alimentos que podrían afectar nuestra salud y bienestar.

Bloques de hielo en el paquete

Encontrar productos con bloques de hielo en el paquete, especialmente en carnes, pescados y aves, puede ser una práctica común en los supermercados. Sin embargo, esta práctica esconde riesgos que es importante conocer para proteger nuestra salud.

Riesgos

  • Enmascaramiento de la frescura

El uso de hielo en el paquete puede ser una estrategia para enmascarar la falta de frescura de los productos. El hielo mantiene la temperatura baja, lo que ralentiza la descomposición y el desarrollo de bacterias, pero no elimina por completo el problema. Al retirar el hielo, es posible que el producto ya no se encuentre en condiciones óptimas para su consumo.

  • Riesgo de contaminación cruzada

El hielo utilizado en el paquete puede contener bacterias o microorganismos provenientes de otros productos o del ambiente del supermercado. Al entrar en contacto con el producto, estas bacterias pueden contaminarlo y aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos.

Carne con restos de hielo. Foto: Pixabay
  • Alteración del sabor y la textura

El exceso de hielo puede afectar el sabor y la textura de los productos. La carne, el pescado y las aves pueden perder su sabor natural y volverse acuosos al estar en contacto directo con el hielo durante un período prolongado.

Fruta cortada y embalada en plástico

Si bien la fruta cortada y embalada en plástico puede parecer una opción práctica y conveniente, existen diversas razones por las que es recomendable evitar su consumo:

Riesgos para la salud

  • Contaminación bacteriana: el proceso de corte y manipulación de la fruta puede aumentar el riesgo de contaminación por bacterias, como Salmonella o Listeria. El plástico, al ser un material permeable, no protege completamente la fruta de la entrada de microorganismos.
  • Deterioro acelerado: la fruta cortada tiene una vida útil más corta que la fruta entera, ya que la exposición al aire y la humedad acelera su oxidación y descomposición. El plástico, al no ser transpirable, favorece la creación de un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias.
  • Migración de químicos: algunos estudios han sugerido que los compuestos químicos presentes en el plástico pueden migrar a la fruta, especialmente cuando se almacena a altas temperaturas o durante largos períodos. Estos químicos podrían tener efectos nocivos para la salud a largo plazo.

Alternativas más saludables y sostenibles

  • Comprar fruta entera: optar por comprar fruta entera y cortarla en casa te permite controlar el proceso de manipulación y evitar los riesgos asociados a la fruta precortada.
  • Conservar la fruta correctamente: almacenar la fruta entera en el refrigerador a la temperatura adecuada puede ayudar a prolongar su vida útil y reducir el desperdicio.
  • Apoyar alternativas sostenibles: buscar opciones de fruta cortada y envasada en materiales biodegradables puede ser una alternativa más ecológica.

Latas infladas o con abolladuras

Si bien las latas de metal son un método común de conservación de alimentos, encontrar latas huecas o deformadas en el supermercado puede ser una señal de que el producto no se encuentra en condiciones óptimas para su consumo.

Riesgo de deterioro del producto

  • Pérdida de hermeticidad: las latas pueden haber sufrido daños en el sello, lo que permite la entrada de aire y microorganismos que pueden contaminar el producto y provocar su deterioro.
  • Oxidación del contenido: el contacto del producto con el aire y la luz dentro de una lata dañada puede acelerar su oxidación, lo que afecta su sabor, textura y valor nutricional.
  • Crecimiento de bacterias: las condiciones dentro de una lata dañada pueden favorecer el crecimiento de bacterias nocivas, como el Clostridium botulinum, que puede causar botulismo, una enfermedad grave e incluso mortal.
Latas abolladas. Foto: MUNDIARIO

Alteración del sabor y la textura

  • Contacto con el metal: el contenido de una lata dañada puede entrar en contacto con el metal de la lata, lo que puede alterar el sabor del producto y dejar un sabor metálico desagradable.
  • Oxidación: puede afectar su textura, haciéndola más blanda o pastosa.

Cómo elegir los buenos productos

  • Revisa las etiquetas: lee atentamente las etiquetas de los productos para conocer la información nutricional, ingredientes, fecha de caducidad y condiciones de almacenamiento.
  • Elige productos de temporada: los productos de temporada suelen ser más frescos, sabrosos y económicos.
  • Compara marcas: no te quedes con la primera marca que encuentres. Compara precios, calidad e ingredientes de diferentes marcas antes de tomar una decisión.
  • Presta atención al empaquetado: elige productos con empaques en buen estado, sin abolladuras, fugas o signos de deterioro.
  • Confía en tus sentidos: observa el color, la textura y el olor de los productos frescos. Si algo no te parece correcto, mejor no lo compres.
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