La línea 6 de metro: una reforma interrumpida hasta diciembre de 2025
La línea circular de Madrid se enfrenta a un nuevo desafío
Vagón de metro de Madrid. | Jaime Maldonado Unsplash
La línea 6 de Metro de Madrid, conocida popularmente como la «línea circular», es una de las más transitadas del sistema, con más de 90 millones de viajes registrados solo en los primeros seis meses de 2024. Su vital importancia para la movilidad urbana la convierte en un eje central del transporte público madrileño. Sin embargo, esta línea enfrenta un gran desafío: adaptarse a las exigencias de los nuevos trenes automatizados cuya compra ha sido adjudicada recientemente.
La reforma integral de la línea 6 de Metro de Madrid es un proyecto ambicioso y necesario para modernizar una de las arterias principales del transporte público de la ciudad. Aunque la interrupción del servicio supondrá un desafío significativo para los usuarios, las mejoras planificadas prometen un sistema de metro más eficiente, seguro y sostenible. La inversión de 129 millones de euros en esta renovación integral es una apuesta por el futuro de la movilidad urbana en Madrid, adaptando la infraestructura a las exigencias de la automatización y mejorando la calidad del servicio para millones de viajeros diarios.
Fases de la reforma
La reforma se llevará a cabo en dos fases durante el segundo semestre de 2025. En la primera fase, de junio a septiembre, se trabajará en el «arco suroeste» de la línea, que abarca el tramo entre Moncloa y Méndez Álvaro. En la segunda fase, de septiembre a diciembre, las obras se trasladarán al «arco noreste», entre Moncloa y Legazpi. Durante este periodo, la línea dejará de ser circular y se implementarán servicios de transporte alternativo gratuitos, cuya planificación se basará según la opinión de los usuarios recogida a través de encuestas, que se realizará en los próximos meses.
El principal objetivo de la reforma consiste en permitir la circulación de trenes sin conductor, un avance que promete reducir las incidencias en la vía, acortar los tiempos de recorrido y disminuir los costos de mantenimiento. Para ello, es necesario realizar una serie de intervenciones en la infraestructura existente, específicamente en las plataformas de las vías y en los andenes. La modernización de la Línea 6 incluye la sustitución de las traviesas de madera por vías de hormigón.
Implicaciones y desafíos
La interrupción del servicio plantea importantes desafíos tanto para los usuarios como para la administración. Con una media de 400.000 viajeros diarios, la interrupción de la línea tendrá un impacto significativo en la movilidad de la ciudad. La Comunidad de Madrid deberá diseñar soluciones con un servicio de transporte alternativo gratuito eficientes para reducir las molestias causadas a los usuarios.
Además de la renovación de la infraestructura, la reforma contempla la optimización del trazado y geometría de la vía, así como la implementación de sistemas de atenuación de ruido y vibraciones. Estas mejoras son esenciales para garantizar la interacción óptima entre rueda y carril, reduciendo el desgaste que a raíz del tránsito diario de los trenes por las vías.
Trenes sin conductor
La llegada de los nuevos trenes es una pieza clave en este proceso de modernización, ya que esta reforma facilitará la conducción sin maquinista, multiplicando por cinco la regularidad de los desplazamientos y ahorrando energía gracias a una conducción más homogénea.
Además, la administración está comprometida con la transparencia y la comunicación con los usuarios, asegurando que estén informados sobre el progreso de las obras y las alternativas de transporte disponibles. Esta participación activa de los usuarios en el proceso de planificación es esencial para minimizar el impacto negativo de las obras y garantizar una transición fluida hacia la nueva infraestructura.
