Abren el sepulcro de Santa Teresa 110 años después: «Su cuerpo sigue incorrupto»
La investigación en la Basílica de la Anunciación de Alba de Tormes (Salamanca) tiene el visto bueno del Vaticano
Las reliquias de Santa Teresa de Jesús se conservan en el mismo estado desde la última vez que fue abierto el sepulcro en Alba de Tormes (Salamanca) hace 110 años. «El estado de conservación de su cuerpo sigue siendo exactamente el mismo que en 1914», ha confirmado el prior de los Carmelitas de Alba y Salamanca, Miguel Ángel González, ante los micrófonos.
Médicos y científicos italianos han llevado a cabo este miércoles un estudio de los restos de la santa Andariega. Según informaron las diócesis de Ávila y Salamanca, la investigación ha contado con el visto bueno del Vaticano, que ha permitido a los estudiosos trabajar con los restos.
La diócesis salmantina indicó que hacía 110 años que no se producía un hecho similar para el estudio de las reliquias de la santa de Ávila. Por ello, la gran expectación que ha causado este estudio, que se desarrollará del 28 al 31 de agosto, y que cuenta con la aprobación del papa Francisco a través del Dicasterio Vaticano para las Causas de los Santos desde el pasado 1 de julio.
Como explicó el Obispado de Salamanca, su obispo José Luis Retana fue el encargado de pedir la aprobación de Roma, para el reconocimiento canónico de las reliquias de santa Teresa de Jesús que se conservan en Alba de Tormes. En concreto, el cuerpo y dos reliquias mayores: el corazón y un brazo.
Además, anunciaron que se ha unido a este estudio la reliquia de la mano que custodian en Ronda las Carmelitas Descalzas, y que se ha desplazado hasta Alba de Tormes este 27 de agosto, Fiesta de la Transverberación (experiencia mística que vivió la Santa que los católicos definen como el traspaso del corazón).
El análisis ha sido supervisado por responsables eclesiásticos y un notario y Roma ha puesto la condición de desarrollarse según un protocolo definido para velar por el cuidado de las reliquias. En el estudio ha participado un equipo de investigadores encabezado por el profesor Luigi Capasso, que ha analizado la reliquia del pie de la Santa, venerado en el convento de Santa María de la Scala, en Roma.
El proceso se divide en tres etapas. La primera de ellas, la que se realizará entre el 28 y el 31 de agosto, lo que denominan «in situ», con la apertura del sepulcro y de los relicarios del corazón, el brazo y la mano llegada de Ronda. Para ello, contarán con la ayuda de dos orfebres salmantinos, Ignacio Manzano Martín y Constantino Martín Jaén, con la intención de conservar la integridad de los objetos preciosos.
La apertura se realizará en una estancia del convento y bajo llave, con todas las medidas de seguridad oportunas, y los restos nunca saldrán de Alba de Tormes. Una vez abierto el sepulcro, se realizarán estudios de reconocimiento visual, toma de fotos y radiografías realizadas por un equipo especializado y de última generación procedente de Madrid, y dirigido por el doctor José Antonio Ruiz de Alegría. Asimismo, se realizará una adecuada limpieza de los relicarios. Y una vez concluidos los trabajos, se cerrarán y la reliquia de la mano se llevará de nuevo a Ronda.
La segunda fase se trasladará a los laboratorios de Italia, y se prolongará durante unos meses, donde se redactarán los resultados del estudio y las conclusiones científicas. Y por último, ya de nuevo en Alba de Tormes, se propondrán algunas intervenciones para la mejor conservación del cuerpo y de las reliquias, trasladándose de nuevo la reliquia de la mano de Santa Teresa desde Ronda. Después, se cerrarán y sellarán el sepulcro y los relicarios con la ayuda de los orfebres. Los responsables carmelitas también anunciaron que antes del cierre definitivo, se señalará un tiempo adecuado de veneración a las santas reliquias.
Protección del sepulcro
Desde el siglo XVII, se ideó un sistema de protección compartida sobre el sepulcro de santa Teresa, que se centra en la división y distribución de las llaves del mismo, que se confían a personas o entidades, civiles y religiosas que representen de alguna forma a las partes interesadas.
En concreto, las llaves del sepulcro son diez, tres tiene la comunidad carmelita, otras tres el Duque de Alba, y el mismo número, las del padre general en Roma, y una del arca interior de plata, el Rey. Además, se dividen en juegos de tres, para la reja, el arca de mármol y el de plata, que aloja los restos, excepto el real, por deferencia a la institución y no decisiva en el proceso de apertura del sepulcro. Para la investigación ya se han recabado estas llaves y se ha informado al Rey.
La apertura de 1914
La última apertura del sepulcro de santa Teresa tuvo lugar hace 110 años, en 1914, y según se recoge en la crónica recogida por el carmelita abulense Daniel de Pablo Maroto, la ocasión para abrirlo fue que el general de la orden, Clemente de los Santos, quiso aprovechar su visita a España para ver el cuerpo de los santos fundadores: San Juan de la Cruz, en Segovia, y de Santa Teresa, en Alba. En concreto, se abrió el sarcófago los días 16 al 23 de agosto de 1914. Y según recogieron, el cuerpo seguía «con entera incorrupción», al igual que en la anterior apertura, en 1750.
El estudio del sepulcro de santa Teresa será similar al realizado en 1991 del de San Juan de la Cruz, en Segovia, con motivo del IV centenario de la muerte del santo de Fontiveros, otra personalidad católica con la que coincidió en vida la santa.
Santa Teresa de Jesús o de Ávila nació en esa ciudad en 1515 y es la primera mujer declarada doctoras de la Iglesia católica por su importante producción literaria y teológica. Es una de las grandes místicas del catolicismo, fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzos. Murió en Alba de Tormes (Salamanca) en 1582 tras fundar numerosos conventos y ser una de las grandes reformadoras de la Iglesia en su época.