Seis acciones clave que debes realizar durante un desastre natural para mantenerte seguro
En una emergencia, seguir medidas preventivas es esencial para nuestra salud y evitar saturar el sistema sanitario
En momentos de emergencia, como una inundación, un huracán o un terremoto, es crucial tomar decisiones rápidas, pero seguras para evitar riesgos adicionales a la salud.
La doctora Raquel Rostro Gálvez, especialista en medicina interna, enfatiza que existen acciones que debemos evitar y precauciones que debemos seguir para reducir el riesgo de infecciones, intoxicaciones y otros daños potenciales.
1. Evitar el consumo de agua o alimentos contaminados
Uno de los principales peligros tras un desastre natural es la exposición a agua y alimentos contaminados. La doctora Rostro Gálvez recalca que el agua de inundación, por ejemplo, puede contener microorganismos patógenos que causan enfermedades graves al ingerirse.
Es fundamental no consumir alimentos que hayan estado en contacto con este tipo de agua, ya que podrían estar contaminados por bacterias, hongos o sustancias químicas.
La única excepción podrían ser las conservas enlatadas, siempre y cuando se sequen y se esperen al menos una hora antes de abrirse para consumo o almacenamiento. Sin embargo, es necesario seguir las recomendaciones del envase y asegurarse de que no tenga daños visibles.
2. No descuidar la higiene personal
Para minimizar la exposición a patógenos, la doctora Rostro Gálvez recomienda usar ropa que cubra completamente brazos y piernas, y proteger nariz, boca, ojos y manos durante la limpieza de zonas afectadas.
La humedad, combinada con restos orgánicos y polvo, puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de moho y bacterias, por lo que se sugiere utilizar mascarillas, protectores oculares y guantes.
El moho puede ser altamente irritante y hasta tóxico en grandes cantidades, generando reacciones alérgicas o problemas respiratorios.
Además, si existe un ambiente húmedo y no se limpia en menos de 48 horas, los alimentos o superficies afectadas deben desecharse para evitar la propagación de hongos.
3. Desconectar electricidad y gas para prevenir accidentes
Uno de los primeros pasos en caso de un desastre natural debe ser desconectar el gas y la electricidad para prevenir incendios, explosiones y electrocuciones.
Tras una inundación o terremoto, las instalaciones eléctricas pueden haber sufrido daños que representan un riesgo mortal al entrar en contacto con el agua.
Además, las fugas de gas son un peligro latente que puede causar explosiones al menor contacto con una chispa. Desconectar estos servicios hasta que un profesional verifique su seguridad es esencial para evitar accidentes graves.
4. Ventilar y limpiar con precaución para evitar intoxicaciones
La ventilación es una medida necesaria para reducir la acumulación de gases tóxicos, humedad y polvo en espacios cerrados. Sin embargo, es importante utilizar productos de limpieza adecuados, como lejía o jabones desinfectantes, y evitar la inhalación de vapores.
La doctora Rostro Gálvez advierte sobre el uso de generadores o máquinas de lavado a presión en espacios poco ventilados, ya que estos dispositivos pueden liberar monóxido de carbono (CO), un gas inodoro y tóxico que puede causar intoxicación grave y hasta ser letal.
Mantener siempre una buena circulación de aire y realizar la limpieza con protección adecuada reduce significativamente estos riesgos.
5. Evitar la manipulación de residuos sin equipo de protección
La limpieza y desinfección de las zonas afectadas debe realizarse con productos como lejía, y es importante utilizar guantes, mascarillas y protección ocular para evitar el contacto directo con sustancias peligrosas o tóxicas.
Al limpiar paredes, pisos y superficies, es crucial asegurarse de que el equipo de protección esté bien colocado, ya que el contacto con residuos tóxicos o infecciosos puede generar infecciones de la piel, enfermedades respiratorias e intoxicaciones.
6. Priorizar la vigilancia sanitaria para prevenir brotes infecciosos
Finalmente, la doctora Rostro Gálvez enfatiza la importancia de establecer medidas de prevención sanitaria tanto a nivel individual como comunitario.
La exposición a condiciones insalubres en una catástrofe natural puede desencadenar brotes infecciosos graves si no se toman precauciones de higiene y se garantiza el buen funcionamiento de los servicios de salud.
La falta de intervención rápida por parte de autoridades sanitarias para asegurar la limpieza y descontaminación de todas las zonas afectadas representa un riesgo elevado para la salud pública.