La Generación Z elige volver a la oficina: los jóvenes prefieren tres días de trabajo presencial
‘Fortune’ revela que los nacidos entre 1997 y 2012 perciben la oficina como un «tercer espacio» que complementa su vida

Jóvenes trabajando en una oficina. | Freepik
En contra de la creencia generalizada de que los jóvenes prefieren el teletrabajo, la Generación Z lidera el regreso a la oficina con una media de tres días presenciales a la semana, según un reciente estudio publicado por la revista estadounidense Fortune. El informe, basado en una encuesta a más de 12.000 trabajadores en 44 países, revela que los empleados menores de 24 años son los que más valoran el trabajo presencial, superando incluso la asistencia de generaciones mayores.
A pesar de que esta generación —nacida entre 1997 y 2012— suele ser percibida como poco motivada o apegada en exceso al entorno digital, sus integrantes muestran una clara preferencia por acudir a la oficina de forma regular. En comparación, generaciones anteriores asisten en promedio entre 2,5 y 2,7 días a la semana. Este comportamiento, según el informe, se debe en gran parte al impacto que los confinamientos por la covid-19 tuvieron en su formación académica y primeros años de experiencia laboral, marcados por la ausencia de interacción presencial.
Según expertos citados en el estudio, este cambio de comportamiento se explica en parte por el impacto que tuvo la pandemia durante su etapa formativa y el inicio de su carrera profesional. El aislamiento prolongado generó una carencia de vínculos y experiencias sociales que ahora buscan recuperar en el entorno laboral. Ejecutivos de la inmobiliaria británica Jones Lang LaSalle (JLL) afirman que para estos jóvenes, asistir a la oficina no solo es una forma de integrarse, sino también una vía clave para aprender de manera informal, fortalecer habilidades sociales y desarrollar vínculos con sus colegas.
Los especialistas también destacan que la Generación Z percibe la oficina como un «tercer espacio» que complementa su vida personal y profesional. Interacciones breves, como compartir un café o resolver dudas cara a cara, son valoradas por su capacidad de fomentar un entorno laboral más humano y colaborativo. Además, las conversaciones espontáneas y el apoyo inmediato entre compañeros resultan esenciales para su adaptación y crecimiento profesional.
No obstante, los jóvenes no renuncian a los beneficios del modelo híbrido. Valoran disponer de jornadas de trabajo remoto que les permitan concentrarse sin interrupciones, ahorrar tiempo en desplazamientos y mantener cierto equilibrio personal. El modelo preferido por esta generación parece ser el que combina lo mejor de ambos mundos.
Por otro lado, docentes y expertos en liderazgo laboral coinciden en que muchos jóvenes expresan un deseo claro de trabajar presencialmente, especialmente después de años de formación remota durante la pandemia. Frente a esta tendencia, el estudio también señala que los trabajadores de entre 35 y 54 años muestran menor satisfacción con el trabajo en oficina, priorizando factores como la flexibilidad, la tecnología y el bienestar ambiental.
El teletrabajo se desinfla en España
THE OBJECTIVE ya publicó una información reveladora que indica que en España apenas un 7% de los trabajadores teletrabaja frecuentemente todas las semanas y otro 7% lo hace ocasionalmente. Según recoge el Instituto Nacional de Estadística, el teletrabajo regular en nuestro país solo está al alcance de uno de cada diez trabajadores.
Estas cifras suponen una caída de cuatro puntos respecto al pico registrado durante la pandemia (2020-2021), a pesar de un pequeño repunte del 0,7% en 2024. España sigue así muy por detrás de otros países europeos en la consolidación del trabajo remoto. Según un informe de la consultora Robert Walters al que tuvo acceso este periódico, este fenómeno, impensable hace apenas quince años, evoluciona de forma desigual.
Basado en una encuesta a más de 3.000 profesionales altamente cualificados de sectores como banca, seguros, industria, energía y comercio, el estudio analiza cómo el modelo híbrido impacta en aspectos clave como la movilidad, el acceso a la vivienda, la transferencia de conocimiento y el compromiso con las empresas. En este entorno, el 67% de los teletrabajadores españoles disfruta de menos de dos días de trabajo remoto por semana, y solo un tercio accede a más de tres días. En términos generales, apenas dos de cada diez empleados trabajan principalmente desde casa.
Una mayoría del 78% de los encuestados afirma tener cierta autonomía para decidir qué días trabaja en remoto, aunque casi la mitad debe comunicarlo con al menos un día de antelación. Además, el 32% está sujeto a políticas empresariales que restringen los días disponibles para teletrabajar, especialmente los lunes y viernes.
Pese a estas limitaciones, el compromiso con el modelo híbrido es fuerte: siete de cada diez trabajadores no estarían dispuestos a renunciar a sus días de teletrabajo, ni siquiera a cambio de mejoras en otros ámbitos. Consideran prioritario que las empresas avancen en cultura organizacional, comunicación interna, beneficios sociales, formación presencial y condiciones del entorno físico de trabajo. Pero la realidad es que la reticencia de los colectivos más longevos a perder el teletrabajo choca con el deseo de presencialidad de la llamada Generación Z.