The Objective
Entrevista

Cardenal Ricardo Blázquez: «León XIV es un Papa valiente que sabe gobernar»

El purpurado pudo ver a Robert Prevost en la Capilla Sixtina momentos después de ser elegido Sumo Pontífice

Cardenal Ricardo Blázquez: «León XIV es un Papa valiente que sabe gobernar»

El cardenal Ricardo Blázquez, en una imagen de archivo, cuando era presidente de la Conferencia Episcopal Española | Eduardo Parra (Europa Press)

El cardenal Ricardo Blázquez, expresidente de la Conferencia Episcopal Española, no ha podido participar en la elección del papa León XIV al haber cumplido ya 80 años, pero sí ha estado presente en las congregaciones religiosas que se han celebrado en Roma, previas a la reunión del cónclave. Nada más ver la fumata blanca salió de su residencia temporal en el Colegio Español de Roma y se acercó al Vaticano, pudo entrar en la Capilla Sixtina y saludar al nuevo Papa. El prelado comparte con THE OBJECTIVE sus primeras impresiones sobre Robert Prevost.

PREGUNTA.- ¿Cómo es el nuevo Papa?

RESPUESTA.- Yo conozco bastante al nuevo Papa. Me parece que es una persona indicada para asumir esta responsabilidad en la Iglesia y desde la Iglesia para la sociedad y la humanidad. Hoy en la Iglesia se emite un mensaje de carácter ético, que necesitamos, en medio de esta encrucijada, de incertidumbres, a veces de confusiones, de no terminar de ver una cierta meta inmediata. Es una persona que puede responder a estas expectativas.

P.- ¿Cómo ha sido su primer encuentro con el Papa?

R.- Yo estaba viendo la televisión cuando apareció la fumata blanca y con el administrador de la Casa bajamos en seguida, pude entrar todavía en la Capilla Sixtina, una vez terminado el cónclave, le pude saludar, y lo que le dije es: ‘Le saludo con afecto, me pongo a su disposición y pido por usted’.

P.- ¿Le respondió con algún comentario?

R.- No, nos dimos un abrazo.

P.- ¿Cómo lo encontró?

R.- Es muy fuerte, pero lo encontré, más allá de que se encuentre apesadumbrado, sereno. En la fe cristiana tenemos resortes últimos para afrontar estas cuestiones, necesitará serenidad para asimilarlas. Yo no sé cómo habrá podido dormir esa noche.

P.- ¿Cree que ha sido una elección inesperada?

R.- Yo creo que no. Era uno de los candidatos que aparecía algunas veces. Según los medios, los días y las horas, se va acentuando un candidato, u otro, pero era uno de los candidatos desde el principio. Han sido doce congregaciones generales, entre los saludos que se van haciendo, se escucha, porque, a veces más allá de lo que se dice, también se lee.

P.- ¿Qué cualidades destacaría de Robert Prevost?

R.- Hay varias características. Aquí lo que se trata es de elegir a un sucesor de Pedro y, por tanto, nos movemos en el orden de la fe cristiana, en el servicio a la Iglesia y desde la Iglesia a la humanidad. Nació en Chicago, es agustino y esto es muy importante; ha pasado varios años en Perú, es misionero, ha sido general de los agustinos en Valladolid… son una serie de condiciones de universalidad. Nació en Estados Unidos, ha vivido mucho tiempo en Perú, habla perfectamente en castellano y me ha llamado la atención que también lee y habla el latín, que es una lengua en retirada.

P.- ¿Es el Pontífice que necesita la Iglesia Católica en estos momentos?

R.- Confío en que sí, necesitamos serenidad, lucidez, mirar con confianza hacia el futuro, que no nos bloqueen los miedos porque atenazan mucho a la persona, le quitan libertad.

P.- ¿Un Papa valiente para este mundo tan convulso?

R.- Es un Papa valiente, sabe gobernar y gobierna con respeto a los gobernados, que necesitamos hacerlo, no avasallar a nadie.

P.- ¿Francisco ha preparado el camino para que eligieran a Prevost?

R.- No creo. Hoy el Colegio Cardenalicio es realmente universal y las periferias también cuentan en el centro.

P.- En sus primeras palabras habló de paz. ¿Es un Papa para trabajar por la paz en un mundo tan convulso, para dialogar con todos?

R.- Él insistió en su saludo. Necesitamos unirnos la humanidad, no pegarnos. Él va a colaborar en esto, necesitamos toda nuestra participación en esta tarea mayor, y él va a colaborar. Escuchará, pero también hablará, cada uno tenemos que hablar de nuestras profundas convicciones, por el bien del otro.

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