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Sociedad

'Appstinence': el movimiento nacido en Harvard para desconectarse del móvil

La plataforma anima a borrarse las cuentas en redes sociales y hasta a utilizar teléfonos no inteligentes

‘Appstinence’: el movimiento nacido en Harvard para desconectarse del móvil

Jóvenes consultando sus móviles. | Freepik

La tecnología está cada vez más presente en nuestras vidas. Y cada vez son más quienes sienten que demasiado. Basta con revisar las estadísticas del teléfono móvil para comprobar la gran cantidad de tiempo que muchos pasamos delante de la pantalla. En el caso de los jóvenes, esa cifra llega a una media de cuatro horas diarias.

Este consumo digital —el que hacemos del móvil o el que el móvil hace de nosotros, según se mire— nos priva en muchas ocasiones de dedicar tiempo a otras actividades. Hablamos no sólo de hábitos más sanos (como leer o hacer deporte), sino también directamente las dimensiones más importantes de nuestras vidas (pasar tiempo con la familia, cultivar amistades o emplearnos más en el trabajo). Además, numerosos estudios apuntan a que la excesiva atención a las pantallas repercute negativamente en la salud mental.

Appstinence se enfrenta al excesivo uso del móvil

En este contexto, hace unos meses la Universidad de Harvard fue escenario del nacimiento de una rebelión. Se trata del movimiento Appstinence, un juego de palabras entre ‘app‘ (en referencia a las aplicaciones móviles) y ‘abstinencia’. Como su propio nombre indica, la plataforma aboga por reducir el uso del móvil, en concreto, por renunciar a las cuentas en redes sociales para sustituirlas por comunicación directa como llamadas telefónicas o mensajes de texto. Incluso, animan a utilizar dumb phones, es decir, teléfonos no inteligentes.

La creadora de Appstinence es Gabriela Nguyen, una estudiante de 24 años de Harvard que se hartó de que ella misma y sus amigos dedicasen tanto tiempo a las redes sociales. Habían probado ya algunos métodos para reducir el tiempo de pantallas, como limitadores de tiempo o periodos de desintoxicación, pero esas herramientas se les quedaban cortas. Al final, Nguyen dio con un principio tan sencillo como rompedor, al menos en los tiempos que corren: «Las redes sociales son opcionales, ¿por qué nadie nos dice esto?», se preguntan desde Appstinence en un mensaje dirigido especialmente a la generación Z (los nacidos entre mediados de los noventa y principios de la década de 2010) y a la Alpha (a partir de 2010).

Un método en cinco pasos

El objetivo del método Appstinence busca alcanzar una «paz 24/7». Para ello, propone cinco pasos. Un método que denomina 5D, en referencia a sus iniciales en inglés:

  • Reducir (decrease): desde el movimiento animan a eliminar las aplicaciones del teléfono y sólo acceder a ellas a través de un ordenador portátil o, en su defecto, el navegador web del móvil. Hecho esto durante algunas semanas, se debe empezar a dejar de seguir las cuentas no esenciales, así como desactivar las notificaciones.
  • Desactivar (deactivate): el siguiente paso consiste en desactivar (que no suprimir) las cuentas en redes sociales. Desde la plataforma recomiendan empezar por aquellas aplicaciones que usemos menos, para que el proceso sea lo más gradual y menos traumático posible. Una vez terminamos con una app en concreto, repetiremos el proceso con todas las aplicaciones de nuestro móvil
  • Suprimir (delete): normalmente, las redes sociales dejan pasar un periodo de 30 días desde que una cuenta se desactiva hasta que se suprime por completo. La idea es aprovechar este periodo para ir acostumbrándose a la ausencia de la red en cuestión (Appstinence señala que, si esta renuncia se hace muy dura, puede retrasarse). En especial, insisten en la importancia de sustituir el tiempo que antes se dedicaba al móvil por otras actividades: «Tómate más tiempo para hacer las cosas que ya deberías estar haciendo. Vive más lentamente». Sugieren aumentar o retomar el contacto con las personas importantes de la vida de cada uno.
  • Downgrade: este término de difícil traducción consiste podría explicarse como un ‘bajar de categoría’. En este caso, el movimiento Appstinence anima a que, al final de todo este proceso, se sustituya el smartphone por un teléfono no inteligente. Incluso llegan a recomendar un modelo en concreto, el Cat S22 Flip, que opera con sistema Android Go exclusivamente en T-mobile. Este terminal permite aplicaciones que pueden resultar necesarias (relativas al transporte o la banca, por ejemplo), pero que cuya escasa usabilidad y pequeña pantalla no estimulan el empleo de redes sociales.
  • Despedirse (depart): transcurrido todo el proceso anterior —que, según la persona, puede prolongarse desde unas pocas semanas a varios meses— los hábitos de vida van cambiando. Al final, se comprueba una distancia entre la persona y el mundo digital. «Una buena señal de que existes en el mundo real», concluyen desde Appstinence.
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