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La mirilla

El prestigioso historiador guineano Donato Ndongo, al borde del desahucio en Murcia

El escritor africano es uno de los mayores contribuyentes al legado hispánico en la antigua colonia

El prestigioso historiador guineano Donato Ndongo, al borde del desahucio en Murcia

El historiador y escritor Donato Ndongo.

Donato Ndongo, uno de los más célebres historiadores y escritores africanos y uno de los principales defensores de la democracia y de la causa del español en Guinea Ecuatorial, está a punto de ser desahuciado de su vivienda en Murcia por incumplimiento en el pago.

Ndongo, de 75 años de edad, vive junto con su esposa e hijos en la capital murciana desde que en 2000 fue contratado por la Universidad de Murcia como director del Centro de Estudios Africanos, tras ganar la plaza en concurso público. El Centro, que estaba adquiriendo prestigio, fue cancelado cuatro años después sin que se le ofreciera una razón académica para hacerlo.

La trayectoria de Ndongo como ensayista y narrador es larga. Como historiador, es autor de España en Guinea e Historia y tragedia de Guinea Ecuatorial. Ambas son las obras pioneras y más completas sobre el país en el que nació y en el que ejerció parte de su actividad profesional, primero como director adjunto del Centro Cultural Hispano-Guineano de Malabo, donde desarrolló una intensa labor, reconocida a nivel internacional; después como delegado de la Agencia EFE, tarea que incrementó la hostilidad del régimen hacia su persona por su profesionalidad. Incluso llegó a ser amenazado de muerte en 1994, a consecuencia de lo cual tuvo que abandonar su país y regresar de nuevo a España.

Entre sus novelas destacan Las tinieblas de tu memoria negra, Los poderes de la tempestad, El metro y ¿Qué mató al joven Abdoulaye Cissé? También es autor de antologías de literatura de Guinea Ecuatorial, poemarios y libros de relatos. El último, La siembra estéril, apareció hace tres meses. Entre 2005 y 2008 fue profesor visitante en la Universidad de Misuri-Columbia (Estados Unidos). Paralelamente, desarrolló una intensa labor como conferenciante en diversas instituciones académicas de América, Europa y África.

Pero tal vez la aportación más importante de Ndongo durante muchos años ha sido su labor como activista a favor de la democracia en su país. El historiador ha desvelado muchos de los abusos cometidos tanto por la tiranía de Francisco Macías como por el actual Gobierno de Guinea Ecuatorial. Ha pagado un alto precio por ello, incluido el exilio forzoso.

Pese a esa condición, Ndongo no ha encontrado nunca el apoyo suficiente por parte de las autoridades españolas. Ni a nivel político ni a nivel económico, el reputado escritor guineano ha visto su labor de activista a favor de la democracia sustentada por los organismos españoles.

Esa situación es aún más injustificable si se recuerda la enorme contribución que Ndongo hizo en el pasado para defender los intereses españoles, así como la lengua y las culturas hispánicas, en Guinea Ecuatorial. A su iniciativa se debe, por ejemplo, la creación de la Academia Ecuatoguineana de la Lengua Española, además de una constante labor en la promoción y difusión de la literatura escrita en su país, ya desde el comienzo del régimen de Teodoro Obiang. Sus numerosos artículos en los medios de comunicación españoles han contribuido a acercarnos a las realidades de ese continente. Gracias a su empeño, existen organismos como la Asociación Española de Africanistas y Casa África. En dos ocasiones, en 2022 y 2023, ha sido candidato —sin éxito— al Premio Princesa de Asturias «por su contribución al mundo de las letras en español». En 2022 el Instituto Cervantes le rindió un homenaje, siendo el primer autor africano en depositar su legado en la Caja de las Letras.

La amenaza de desahucio que hoy pende sobre su familia sería no sólo una muestra de desprecio hacia el propio Ndongo, sino un ejemplo más del abandono por parte de España a Guinea Ecuatorial. La sociedad democrática española debería movilizarse ahora a favor de Ndongo, como una forma de mostrar también solidaridad con la democracia en Guinea Ecuatorial.

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