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Sociedad

El 40% de los menores de cinco años en España es de origen extranjero

El ‘think tank’ Funcas señala que la población residente en España con origen extranjero supera los 11,7 millones

El 40% de los menores de cinco años en España es de origen extranjero

Una niña junto a su profesora en el colegio.

La inmigración cada vez tiene más peso en España. No solo por los flujos migratorios, sino por la segunda generación, esto es, la de personas nacidas en España, pero con progenitores extranjeros, cada vez es más numerosa. En 2024, su peso entre los más jóvenes era tal que el total de población con origen extranjero (nacido fuera de España o con al menos un progenitor inmigrante) alcanzó el 36% entre los menores de 20 años y el 39% entre los menores de cinco. Así lo afirma el último número de Panorama Social, publicación editada por Funcas, titulado De hijos de inmigrantes a protagonistas sociales: la segunda generación en España.

El informe retrata cómo el peso de los descendientes de inmigrantes va ganando peso en España: entre los mayores de 30 años apenas representan un 2%, mientras que entre los menores de 20 años alcanzan el 33%. Si se contabilizan junto a la primera generación, entre los menores de 20 años la población de origen extranjero asciende ya al 36%. El panorama es aún más destacado en la primera infancia: entre los menores de 5 años, un 25% pertenece a la segunda generación, un 10% a la generación 2,5 y un 4% a la generación 1,5, lo que eleva al 39% la proporción de niños pequeños con origen extranjero. En conjunto, la población residente en España con origen extranjero supera los 11,7 millones de personas, es decir, el 24,3% del total.

En la segunda generación, destaca el estrato de quienes tienen dos progenitores de Marruecos, que alcanza un tercio del total (33%), proporción que duplica la de la primera generación (16%). Un patrón similar se observa en el caso del resto de países africanos, cuyo peso aumenta desde el 3% en la primera generación hasta el 7% en la segunda. En términos educativos, las madres de la segunda generación presentan, en general, un nivel inferior al de las de origen español, especialmente en los casos de madres marroquíes y africanas. En el otro extremo, las madres de Venezuela, de la UE15 o de Argentina presentan perfiles educativos mucho mejores. De hecho, en estos grupos, el nivel educativo de las madres iguala o incluso supera al de las madres nacidas en España.

El documento analiza también la integración de los hijos de inmigrantes en España a partir del estudio ILSEG, que ha seguido a miles de jóvenes desde la adolescencia hasta la adultez temprana. La conclusión es que los hijos de inmigrantes en España se dividen a partes iguales entre los que se autoidentifican como españoles (50%) y los que no (50%). La diferencia es clara entre los nacidos en España y los que llegaron del extranjero a una edad temprana. Entre los primeros (la segunda generación propiamente dicha), el 82% se identifica como españoles, porcentaje que cae al 40% entre los segundos.

El estudio también revela las brechas existentes en el ámbito educativo y laboral. Los hijos de nativos poseen una clara ventaja sobre los hijos de inmigrantes: mientras que el 28% de estos últimos había llegado a la universidad, la cifra entre los hijos de nativos alcanzó el 43%. Además, hay gran disparidad por nacionalidades: el 47% de jóvenes de padres argentinos y el 48% de los de venezolanos habían logrado alcanzar la universidad, pero solo el 19% de hijos de ecuatorianos y el 22% de filipinos tenían un nivel similar.

También existen diferencias en logros ocupacionales en la adultez temprana. Solo el 18% de los hijos de inmigrantes había alcanzado ocupaciones no manuales como gerentes o profesionales en la adultez temprana, mientras que la cifra entre los hijos de nativos era del 27%. Las diferencias por origen nacional también son muy significativas. Por ejemplo, más del 30% de hijos de europeos occidentales había accedido ya a posiciones ocupacionales altas, mientras que la cifra para hijos de ecuatorianos fue de solo el 9% y, para los de filipinos, del 10%.

2045: mayoría inmigrante

La publicación de este informe, que incluye comentarios de expertos, por parte del prestigioso think tank Funcas constatan una realidad: que el peso de los inmigrantes cada vez es mayor, y seguirá siéndolo. En este sentido, el demógrafo Alejandro Macarrón concluyó recientemente, tras analizar exhaustivamente los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y Eurostat, que la población inmigrante (sumando primera y segunda generación) será mayoritaria en España a partir de 2045.

Esta progresiva «sustitución demográfica», en términos de Macarrón, se debe a la baja natalidad, al envejecimiento poblacional (mueren más españoles de los que nacen) y a la inmigración descontrolada. Esta tendencia se está cebando en especial con País Vasco y Cataluña, cuyas cuatro provincias tendrán mayoría de inmigrantes para 2039. Madrid experimentaría esta realidad en 2038, dentro de trece años.

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