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Así es la nueva etiqueta roja de la DGT: un coche automatizado con señal wifi

Para obtener la autorización para poder llevar esta etiqueta, se han establecido tres sistemas de acceso

Así es la nueva etiqueta roja de la DGT: un coche automatizado con señal wifi

Coche con la etiqueta roja de la DGT. | Freepik.

Hace ya casi una década desde que la Dirección General de Tráfico (DGT) puso en marcha las etiquetas medioambientales, unos distintivos creados para clasificar a los vehículos según el nivel de contaminación que producen. Estas pegatinas, de forma redonda, se colocan en el lado inferior derecho del parabrisas delantero, permitiendo una rápida identificación del impacto ambiental de cada coche. Su principal uso es, por un lado, aplicar restricciones de circulación en episodios de alta contaminación y en las Zonas de Bajas Emisiones y por otro, permitir a sus titulares algunas ventajas, como descuentos en peajes, aparcamientos o el uso de carriles reservados.

Los tipos de etiquetas que existen, ordenadas de la que contamina menos a la que contamina más, son las siguientes. En primer lugar, la etiqueta Cero emisiones, de color azul y verde, otorgada a los vehículos 100% eléctricos, de autonomía extendida, híbridos enchufables con más de 40 km de autonomía o de pila de hidrógeno. En segunda posición se encuentra la etiqueta ECO, en tonos verde y azul, correspondiente con coches a híbridos enchufables con menor autonomía, híbridos convencionales y vehículos que funcionan con gas natural o GLP.

En un nivel intermedio está la etiqueta C (verde), para turismos y furgonetas de gasolina matriculados desde enero de 2006, diésel desde septiembre de 2015, así como vehículos pesados posteriores a 2014. Después se sitúa la etiqueta B (amarilla), aplicada a turismos y furgonetas de gasolina matriculados entre 2001 y 2005, y a los diésel entre 2006 y 2015, además de a los vehículos pesados hasta 2013. Finalmente se encuentran los coches sin etiqueta, que son los más contaminantes, en su mayoría gasolina anteriores a 2001 y diésel anteriores a 2006.

Recientemente, a todas estas la DGT ha añadido una nueva: la etiqueta roja, que contiene una ilustración de un vehículo automatizado y una señal de Wifi, indicando comunicación remota. Asimismo, incluye información específica del automóvil, específicamente el número de matrícula, el número de autorización y un Código QR.

Los vehículos que deben llevar esta etiqueta

Esta etiqueta no está relacionada con las emisiones ambientales de los automóviles, sino que esta etiqueta sirve para identificar de manera clara y rápida a los vehículos autónomos que participan en los ensayos autorizados por la DGT en las vías públicas de España. En este caso, el objetivo es garantizar la seguridad vial y facilitar la supervisión de estas pruebas.

En concreto, está destinada a vehículos con niveles de automatización SAE 2 a 5, incluyendo coches, motocicletas, cuadriciclos, transporte de pasajeros y vehículos industriales ligeros. Estos deben estar participando en pruebas autorizadas dentro del marco del Programa Marco de Evaluación de la Seguridad y Tecnología de Vehículos Automatizados (Programa ES-AV) y en este caso la etiqueta se debe llevar visible, ya que puede generar confusión y dificultar la identificación del vehículo durante las pruebas. Además, en algunos casos, también puede requerirse una copia adicional en la parte trasera.

Para obtener la autorización, la DGT ha establecido tres sistemas de acceso. Por un lado se encuentra el sistema de evaluación externa, que se hace mediante una evaluación técnica independiente. Por otro lado está el sistema de reconocimiento autorización EEE (una autorización emitida por cualquier Estado del Espacio Económico Europeo). Y, por último último, el sistema de acceso especial, ligado al reconocimiento de pruebas realizadas en terceros países. 

Programa para garantizar la seguridad

El Programa Marco de Evaluación de la Seguridad y Tecnología de Vehículos Automatizados (Programa ES-AV), es el marco regulador bajo el cual se autorizará y supervisará el régimen de operaciones y circulación para pruebas y ensayos de vehículos automatizados en vías abiertas al tráfico.

Se identifican tres fases de pruebas en el programa en función de la madurez tecnológica y el alcance más o menos amplio de las operaciones. En cada fase se establecen una serie de requisitos mínimos de elegibilidad y es el solicitante quién debe indicar la fase en la que quiere participar en el programa en función del desarrollo tecnológico concreto.

  • Fase 1 (controlada): consiste en la realización de pruebas controladas o en entornos controlados, con pocos vehículos y siempre con un operador de seguridad a bordo. Se aplica cuando la tecnología se encuentra en estadios iniciales o intermedios, a prototipos. Los vehículos en esta fase utilizan matrículas temporales.
  • Fase 2 (extensiva): correspondiente a situaciones intermedias de desarrollo o impulso a la madurez tecnológica, y de extensión de entornos de operación. Permite ampliar las pruebas a condiciones más variadas y realistas, con un mayor número de vehículos en circulación. Se realiza cuando la tecnología ya ha avanzado lo suficiente, ha pasado por pruebas iniciales, y se quiere probar en condiciones más reales y amplias. En esta fase ya es posible usar matrículas temporales o definitivas.
  • Fase 3 (pre-despliegue): previa a la puesta en servicio del vehículo o sistema. En esta fase, las pruebas se realizan en vías abiertas al tráfico, con más vehículos y la posibilidad de prescindir del operador a bordo si existe control remoto. Aquí los vehículos son ya homologados parcialmente o cuyas funcionalidades están en trámite de homologación.
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