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Sociedad

La transformación ecológica comienza con los más pequeños

Naturaliza apuesta por sembrar la conciencia ambiental en las aulas y cultivarla en la sociedad

La transformación ecológica comienza con los más pequeños

Clase con temática ambiental.

Este verano los incendios carcomieron miles de hectáreas desde el norte de Galicia hasta el Levante andaluz, dejando tras de sí una profunda devastación ambiental y humana. Según National Geographic, el cambio climático agrava este fenómeno al aumentar la intensidad de los incendios y la velocidad de su expansión. La reciente temporada de carbonización evidenció que la crisis climática no es una amenaza lejana, sino una realidad que ya afecta directamente nuestras vidas. Greenpeace advierte de que, si no se toman medidas, las consecuencias se agudizarán en las próximas décadas, convirtiendo a España en un país más cálido, seco e inflamable. 

Sin embargo, existen maneras de evitar este futuro árido que parece aproximarse. Una de las propuestas más prometedoras apuesta por la educación ambiental como motor de cambio. Entre estas iniciativas destaca Naturaliza, un programa impulsado por Ecoembes, organización dedicada al reciclaje y a la economía circular.

Las raíces de Naturaliza

Ecoembes es una entidad sin ánimo de lucro que, desde 1996, colabora con empresas, administraciones públicas y ciudadanos para fomentar el reciclaje de envases. Según la propia organización, su misión es trabajar «por un futuro más verde, próspero e inclusivo»

En 2018, Ecoembes decidió ampliar ese compromiso al ámbito educativo, guiada por la visión de la educación como catalizador de cambio. De esta convicción surgió Naturaliza, un programa que busca integrar la educación ambiental en las aulas de todo el país.

Helena Astorga, portavoz, señala que el objetivo no es reemplazar el currículo escolar, sino introducir los temas ambientales a lo largo de la trayectoria educativa: «La idea no es que los profesores dejen de dar sus clases de matemáticas o lengua para hablar de cambio climático, sino que, mientras abordan estos contenidos, también trabajen cuestiones como el reciclaje, el ahorro energético o la sostenibilidad». 

El programa está dirigido a educación infantil, primaria y especial, e integra las temáticas ambientales en materias como Lengua y Literatura, Matemáticas y Ciencias Sociales. Astorga describe la metodología: «Si en Lengua los alumnos deben aprender a diferenciar una oración afirmativa de una exclamativa, por ejemplo, en lugar de hacerlo con un texto literario, pueden analizar un artículo periodístico sobre cambio climático». 

De este modo, la formación ecológica se incorpora al currículo de forma transversal, sin aumentar la carga de trabajo de los docentes y superando la idea de que el medio ambiente es un tema exclusivo de las ciencias, en lugar de un elemento esencial de nuestro día a día. 

Los tres pilares de una educación verde

Naturaliza se apoya en tres pilares. El primero es la «escuela de docentes», un curso en línea de 15 horas que ofrece formación básica sobre la sostenibilidad y las problemáticas ambientales. Todos los profesores interesados tienen acceso a este curso de forma gratuita, aunque no es un requisito para utilizar las demás herramientas que ofrece el programa.

El segundo pilar es la «ambientalización curricular», que proporciona materiales didácticos adaptados al currículo oficial, incluyendo guías, propuestas de actividades y recursos prácticos.

Finalmente, el principio de «aprendizaje experiencial» promueve que los estudiantes salgan de las cuatro paredes de las aulas y se acerquen al mundo natural. Por ejemplo, si en una clase de Ciencias se estudia el ciclo de carbono, Naturaliza ofrece recursos para que los alumnos puedan hacerlo en un espacio al aire libre como un bosque o un parque urbano, dependiendo de las posibilidades de cada centro. Este pilar nace de la convicción de que, para generar conciencia ambiental, es fundamental reconectar al ser humano con la naturaleza

Un programa para todos

Naturaliza se distingue por su flexibilidad y accesibilidad. El programa es gratuito, por lo que los docentes que quieran participar solo tienen que inscribirse en la página web del proyecto para acceder a los materiales. Adicionalmente, ofrece el apoyo de asesores pedagógicos que pueden acompañar a los profesores en su proceso de implementación.

A diferencia de otras propuestas, el programa de Naturaliza no se impone desde arriba, ni por la dirección de los centros ni por los planes educativos del Gobierno, sino que depende de la iniciativa individual de cada docente. Esta libertad brinda autonomía a los profesores, motivándolos y permitiéndoles adaptar los materiales a su propio ritmo y al contexto de sus clases.

¿Perro viejo no aprende trucos nuevos?

Naturaliza está enfocado en las nuevas generaciones que heredarán las consecuencias del cambio climático, pero su impacto ha repercutido, trascendiendo la edad. El refrán «perro viejo no aprende trucos nuevos» refleja la creencia popular de que, después de cierta edad, es difícil adquirir nuevos conocimientos o hábitos. Sin embargo, se ha comprobado que esta frase es un mito, y Naturaliza lo confirma, demostrando que el aprendizaje ambiental también puede transformar a los adultos. 

Astorga relata que el perfil de los docentes que atraía el programa ha cambiado desde 2018. En sus inicios, la mayoría de los individuos que se inscribían ya tenían sensibilidad ambiental. Hoy, cada vez más profesores que previamente no habían trabajado temas de sostenibilidad se suman al proyecto, muchos animados por sus compañeros que ya formaban parte de la iniciativa.

Además, el impacto del proyecto ha traspasado los centros educativos, alcanzando a las familias de los alumnos. Al abordar temáticas medioambientales en clase, muchos niños comienzan a adoptar prácticas sostenibles en casa, inspirando a quienes los rodean

La portavoz de Naturaliza explica que el objetivo no es solo promover la concienciación ambiental entre los niños, sino crear un impacto social: «Si a los más pequeños les enseñamos la importancia de reducir residuos y fomentar la reutilización, cuando llegan a casa influyen en sus padres para reciclar. Así contribuimos a que el sistema funcione y construimos una sociedad más informada».

Las generaciones anteriores no recibieron una educación ambiental transversal, pero eso no significa que no puedan comprender la urgencia de los desafíos ecológicos que enfrentamos ni adoptar hábitos sostenibles. A través de los más jóvenes, el cambio puede hacer eco en todos los niveles de la sociedad, recordándonos que nunca es tarde para aprender ni para cuidar el planeta.

Educación que empodera y transforma

Al confiar en la capacidad de los más pequeños para generar impacto, Naturaliza empodera a los niños que tendrán que enfrentarse a los efectos ambientales propagados mucho antes de que nacieran. Les enseña que es posible cambiar hábitos y transformar entornos, sin importar la edad que tengan. 

Empezar por las nuevas generaciones garantiza que la sostenibilidad se convierta en una parte innata de la educación y de los valores sociales del futuro. 

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