La DGT instala cuatro nuevos radares en estas autovías de Madrid: «Hasta 200 euros de multa»
Solo existen cuatro cámaras en España específicas para este control y todas están en esta autonomía

Aviso de radar. | DGT
Conducir cambiando de carril en un tramo con línea continua constituye una infracción de tráfico. La sanción por esta falta puede incluir una multa económica y, en casos más graves, la retirada de puntos del carnet. Recientemente, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha instalado nuevos radares en Madrid para controlar esta falta y la penalización establecida para quienes sean detectados realizando este tipo de maniobra es una multa de 200 euros.
Normalmente, las líneas continuas en la carretera señalan zonas de riesgo, como curvas, intersecciones, pasos de peatones o tramos con visibilidad reducida, y su función principal es prevenir accidentes. Sin embargo, muchos conductores no respetan esta norma, por lo que se están implementando cada vez más medidas de vigilancia. En España, existen actualmente cuatro radares con cámara específicamente para controlar el cumplimiento de las líneas continuas, y todos ellos se encuentran en la Comunidad de Madrid.
¿Dónde están situadas las cámaras?
La primera de ellas se encuentra en el kilómetro 15,9 de la A-1 (autovía del Norte), en sentido decreciente a la altura de Alcobendas. La segunda está ubicada en el kilómetro 11,8 de la A-2 (autovía del Nordeste) en sentido decreciente, en las inmediaciones del Aeropuerto de Barajas. La tercera se sitúa en el kilómetro 16,9 de la A- 42, en sentido decreciente, tras superar el municipio de Getafe, en el punto de incorporación a la M-50. La cuarta y la última la encontramos en el kilómetro 20,2 de la A-6 en sentido decreciente, muy cerca de Las Rozas.
En caso de querer conocer más detalladamente la ubicación de estas cámaras (o cualquier otra), hay dos maneras posibles. La primera es descargarse el archivo en formato excel que la DGT tiene accesible en su página web, en el cual se recogen las ubicaciones de los radares atendiendo a su provincia, carretera y punto kilométrico. La segunda opción es consultar este mapa al que se accede también desde el sitio web oficial.
¿Cómo funcionan este tipo de cámaras?
Estas cámaras funcionan como un radar de tramo. Para ello, se colocan dos cámaras a lo largo de la línea continua: la primera se sitúa al inicio del tramo y registra la matrícula de todos los vehículos que pasan. La segunda cámara está un poco más adelante y verifica si la misma matrícula sigue en el carril, indicando que el coche circuló correctamente. Si la matrícula detectada no corresponde a un vehículo que ya estaba en el carril, significa que el coche se incorporó al carril después, lo que implica que rebasó la línea continua, cometiendo una infracción.

Reforzar la seguridad vial: una necesidad
El objetivo de colocar estos radares es reforzar la seguridad vial y reducir el número de víctimas mortales en accidentes de tráfico. Bajo esta premisa, la DGT ha instalado diferentes métodos de control en las carreteras con el fin de interceptar comportamientos peligrosos de los conductores. De hecho, solo en 2025, se han posicionado un total de 122 nuevos radares y cámaras de vigilancia.
Está comprobado que en España los siniestros se producen con mayor frecuencia en intersecciones, cruces, incorporaciones a otras vías y cambios de carril, superando en un 23 % a los que ocurren en tramos con curvas. La instalación de radares en estos puntos críticos permite controlar la velocidad y prevenir accidentes, protegiendo tanto a conductores como a peatones.
Una multa de 200 euros
Si un conductor es detectado cometiendo una infracción por alguna de estas nuevas cámaras, que ya se encuentran en funcionamiento, la sanción es únicamente económica, concretamente de 200 euros. Esto significa que la falta no conlleva la retirada de puntos del carnet de conducir, por lo que el conductor no ve afectada la puntuación de su licencia, aunque sí debe asumir la penalización económica por no respetar las normas de circulación.
