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Sociedad

Los jóvenes pierden interés por el liderazgo: el 70% de la generación Z no quiere ser jefe

La mayoría trata de evitar puestos de responsabilidad porque los ven demasiado estresantes y poco gratificantes

Los jóvenes pierden interés por el liderazgo: el 70% de la generación Z no quiere ser jefe

Un directivo joven (delante) y dos trabajadores discutiendo un asunto del trabajo (detrás). | Freepik

Llegar a ser jefe ya no es un objetivo para buena parte de los jóvenes. Al menos no para quienes pertenecen a la generación Z. El 69% de los profesionales nacidos entre finales de los noventa y 2010 quiere evitar puestos de responsabilidad porque los percibe como demasiado estresantes y poco gratificantes, según un estudio de la consultora laboral Robert Walters.

El informe revela también que el 35% de los jefes actuales considera que su mayor reto es el exceso de trabajo y el agotamiento. Un dato que ayuda a explicar por qué las nuevas generaciones no ven atractivo asumir ese tipo de funciones.

La investigación apunta además a un cambio profundo en la dinámica laboral, marcado por la dependencia creciente de la inteligencia artificial. Hoy, uno de cada tres jóvenes profesionales (33%) recurre antes a herramientas de IA para resolver dudas laborales que a sus jefes o compañeros. Aunque la mayoría de los trabajadores se adapta con rapidez a estas nuevas tecnologías, los líderes parecen ir a la cola. El 71% de los jefes reconoce no haber recibido formación ni orientación sobre cómo gestionar equipos en la era digital, y entre quienes sí han recibido capacitación, más de la mitad la considera insuficiente.

Por todo ello, el director comercial regional de Robert Walters, Alexandre Coffin, subraya que «ignorar este problema podría erosionar las relaciones entre los managers y sus equipos, interrumpir el intercambio de conocimiento entre los perfiles más experimentados y los júniors, e incluso generar brechas significativas en las competencias clave para el futuro del trabajo».

Coffin señala además que «las herramientas de inteligencia artificial están transformando la manera en que nos comunicamos en el entorno laboral, mejorando la productividad y reduciendo los tiempos de espera en la toma de decisiones». Sin embargo, matiza, «también complican la delegación de responsabilidades, dificultan que los líderes se mantengan al tanto de cada actividad y pueden limitar el pensamiento crítico y la creatividad». 

Mentalidad emprendedora

Más de la mitad de los profesionales de la generación Z ni siquiera desea asumir puestos de mando intermedio a lo largo de su carrera. Aunque un 36% admite que probablemente tendrá que hacerlo en algún momento —pese a no quererlo—, otro 16% asegura que evitará por completo ese tipo de responsabilidades. Otro estudio reciente de Robert Walters revela que el 72% de los jóvenes preferiría avanzar de forma individual, centrándose en su crecimiento personal y el desarrollo de habilidades, antes que optar por un cargo directivo tradicional.

Según explica Lucy Bisset, directora de Robert Walters North, «la generación Z se caracteriza por su mentalidad emprendedora: prefieren aportar su ‘yo completo’ a los proyectos y dedicar tiempo a cultivar su propia marca personal y su forma de trabajar, antes que invertirlo en gestionar a otros». Y advierte que esta tendencia podría plantear desafíos a los trabajadores en el futuro.

El estudio también muestra una brecha generacional clara en la percepción del liderazgo. Casi dos tercios (63%) de los profesionales consideran que las generaciones mayores valoran mucho más los mandos intermedios que sus colegas más jóvenes, mientras que solo una quinta parte cree que ambos grupos los aprecian por igual.

Bisset apunta que «los profesionales de mayor edad suelen haber construido su carrera dentro de una misma empresa, ascendiendo gradualmente por estructuras jerárquicas más tradicionales, lo que explica su mayor respeto hacia esos puestos. En cambio, los jóvenes, acostumbrados al trabajo remoto o híbrido y con un fuerte enfoque digital, tienden a ser menos leales a una sola organización».

Esa visión se refleja también en cómo imaginan el futuro del trabajo. Solo el 14% de los jóvenes de la generación Z considera que la estructura jerárquica tradicional sigue siendo adecuada, mientras que un 30% preferiría modelos planos y colaborativos, basados en equipos autónomos. Pese a ello, los mandos intermedios siguen siendo piezas clave en las organizaciones. De hecho, el 89% de los trabajadores reconoce que su papel es crucial para el funcionamiento y la cohesión de los equipos.

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