Muere Cecilia Giménez, autora de la restauración del Ecce Homo de Borja
«Se marcha una de las personas más queridas de Borja», afirma el alcalde del municipio maño
Cecilia Giménez, autora de la restauración del Ecce Homo. | EFE
Cecilia Giménez, conocida por ser la autora de la famosa restauración del Ecce Homo de Borja, ha fallecido este lunes a los 94 años en la residencia de mayores de Borja (Zaragoza). La noticia ha sido confirmada por el alcalde del municipio zaragozano, Eduardo Arilla, quien ha subrayado al Heraldo de Aragón que para la localidad «es una gran pérdida».
«Se marcha una de las personas más queridas de Borja. Su infinita generosidad queda plasmada en lo que hemos podido hacer gracias a todo lo que ha traído el Ecce Homo», ha señalado Arilla. El regidor ha puesto como ejemplo las mejoras en el equipamiento de la Residencia de 3ª edad Hospital Sancti Spiritus, además de las becas concedidas a residentes que no pueden asumir el coste de la cuota.
Por su parte, la Fundación del Ecce Homo de Borja ha comunicado el fallecimiento a través de su perfil oficial de Facebook con un mensaje emotivo: «Nunca nadie está preparado para esto. Os comunicamos que Cecilia es una estrella más en el cielo. Hablar de Cecilia, es hablar de una madre entregada, de lucha, de fuerza, pero sobre todo es hablar de generosidad, cualidades que le han servido para ganarse el cariño de todo el mundo».
300.000 visitantes
Cecilia saltó a la fama de forma involuntaria por su desastrosa restauración de la pintura moral de un Cristo en el santuario de Misericordia de Borja en el 2012. La imagen dio la vuelta al mundo y fue protagonista de innumerables memes. Quedó para siempre en el imaginario popular de los españoles como sinónimo de trabajo chapucero.
Con todo, desde entonces, más de 300.000 personas han visitado el Santuario de la Misericordia. La pintura se convirtió en la mayor atracción turística del pueblo, y una de las más visitadas de la región.
Cecilia Giménez vivía junto a su hijo en la residencia del Gobierno de Aragón en esta localidad zaragozana. «Cumplió el deseo de fallecer tranquila, con toda la sociedad borjana a su lado y, sin duda, una gran pérdida para el pueblo porque muere una persona muy querida, muy cariñosa y que, además, ha dado todo por el Santuario de la Misericordia», ha añadido Arilla.
La anciana tenía desde pequeña vocación por la pintura, pero no había obtenido notoriedad. Se lanzó a intentar reparar esta pintura mural, muy querida del pueblo. El resto es historia.