Un estudio demuestra que los humanos heredan tendencias asesinas
Mediante la recopilación y análisis de una gran cantidad y variedad de datos sobre los comportamientos homicidas de humanos y otros animales, los científicos han establecido que el número de muertes violentas a manos de otros humanos debería situarse en el 2%, lo que viene a significar que «lo natural» es que dos de cada cien personas mueran como consecuencia de la acción homicida de otro humano en crímenes, guerras u otro tipo de asesinatos. José María Gómez, profesor de la Universidad de Granada y co autor del estudio, comenta en declaraciones recogidas por la agencia Associated Press que «los seres humanos somos mamíferos particularmente violentos, y la violencia ha estado presente desde tiempos ancestrales», señalando que curiosamente, la tasa del 2% coincide con la proporción estimada de muertes violentas de nuestra prehistoria. Basándose en la comparación con las tendencias de otras especies, el estudio apunta que los seres humanos «hemos heredado una propensión hacia la violencia», pero que diferentes contextos históricos y culturales son los que modulan finalmente la puesta en práctica del «instinto asesino».
La evolución y la genética parecen haber inculcado tendencias homicidas en los seres humanos como especie, pero la civilización ha domesticado, en parte, el instinto que provoca el deseo y el acto del asesinato. Un nuevo estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Granada y publicado en la revista Nature demuestra hasta qué punto los humanos son letales con sus congéneres, estableciendo una comparación de sus tendencias asesinas con las del resto de los mamíferos.
Mediante la recopilación y análisis de una gran cantidad y variedad de datos sobre los comportamientos homicidas de humanos y otros animales, los científicos han establecido que el número de muertes violentas a manos de otros humanos debería situarse en el 2%, lo que viene a significar que «lo natural» es que dos de cada cien personas mueran como consecuencia de la acción homicida de otro humano en crímenes, guerras u otro tipo de asesinatos. José María Gómez, profesor de la Universidad de Granada y co autor del estudio, comenta en declaraciones recogidas por la agencia Associated Press que «los seres humanos somos mamíferos particularmente violentos, y la violencia ha estado presente desde tiempos ancestrales», señalando que curiosamente, la tasa del 2% coincide con la proporción estimada de muertes violentas de nuestra prehistoria. Basándose en la comparación con las tendencias de otras especies, el estudio apunta que los seres humanos «hemos heredado una propensión hacia la violencia», pero que diferentes contextos históricos y culturales son los que modulan finalmente la puesta en práctica del «instinto asesino».