Se buscan voluntarios para participar en el mayor experimento de física cuántica del mundo
Para que la iniciativa funcione se requiere la contribución de al menos 30.000 personas, que podrán participar a través de un videojuego, creado específicamente para este proyecto en el sitio web www.thebigbelltest.org. El ICFO ha contribuido a estos experimentos aportando un generador físico de números aleatorios que produce números aleatorios muy puros y a una velocidad muy rápida. Estos experimentos fueron los que inspiraron la idea de realizar un experimento a gran escala controlado por seres humanos y utilizando las tecnologías de internet que disponemos hoy en día. Carlos Abellán, estudiante de doctorado en el ICFO e instigador del proyecto, además de ser el diseñador de la plataforma que redirigirá los datos a cada laboratorio, señala: «Lo más fascinante del BIG Bell Test es que el gran público y los científicos desempeñan un papel de igual importancia para el éxito del experimento. Es una oportunidad única para acercar la investigación de frontera en física cuántica a la gente». Una de las vías con la que los físicos investigan cuál de los dos grandes científicos, Bohr o Einstein, tenía razón es este test, con el que tratan de descubrir si las partículas cuánticas realmente están entrelazadas de forma secreta y ‘conspiran’ cambiando su apariencia solo cuando las miramos. Según ha explicado el profesor del ICFO Morgan Mitchell, «la física esconde misterios muy profundos que sólo pueden estudiarse mediante preguntas impredecibles de la naturaleza. En términos generales, la idea recae en que si la naturaleza sabe lo que le vamos a preguntar, podría engañarnos con una respuesta preparada».
El Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) busca a al menos 30.000 personas en todo el mundo para participar en el denominado Gran Test de Bell (The BIG Bell Test, en inglés), para demostrar, por primera vez, que las decisiones humanas pueden contribuir a la ciencia fundamental, y a la vez, para llevar a cabo pruebas científicas nunca antes realizadas. Se trata de poner en duda la máxima que dice que la materia existe independientemente de nosotros, pero la física cuántica de Niels Bohr afirma que observar el mundo lo puede cambiar, una idea a la que se oponía con vehemencia su colega Albert Einstein.
Para que la iniciativa funcione se requiere la contribución de al menos 30.000 personas, que podrán participar a través de un videojuego, creado específicamente para este proyecto en el sitio web www.thebigbelltest.org. El ICFO ha contribuido a estos experimentos aportando un generador físico de números aleatorios que produce números aleatorios muy puros y a una velocidad muy rápida. Estos experimentos fueron los que inspiraron la idea de realizar un experimento a gran escala controlado por seres humanos y utilizando las tecnologías de internet que disponemos hoy en día. Carlos Abellán, estudiante de doctorado en el ICFO e instigador del proyecto, además de ser el diseñador de la plataforma que redirigirá los datos a cada laboratorio, señala: «Lo más fascinante del BIG Bell Test es que el gran público y los científicos desempeñan un papel de igual importancia para el éxito del experimento. Es una oportunidad única para acercar la investigación de frontera en física cuántica a la gente». Una de las vías con la que los físicos investigan cuál de los dos grandes científicos, Bohr o Einstein, tenía razón es este test, con el que tratan de descubrir si las partículas cuánticas realmente están entrelazadas de forma secreta y ‘conspiran’ cambiando su apariencia solo cuando las miramos. Según ha explicado el profesor del ICFO Morgan Mitchell, «la física esconde misterios muy profundos que sólo pueden estudiarse mediante preguntas impredecibles de la naturaleza. En términos generales, la idea recae en que si la naturaleza sabe lo que le vamos a preguntar, podría engañarnos con una respuesta preparada».