Los hackers pueden robarte la contraseña a través de tus ondas neuronales
Un estudio científico ha demostrado que los piratas informáticos pueden robar tus contraseñas y PINs leyendo tus ondas neuronales. La investigación, desarrollada por miembros de la Universidad de Alabama y de la Universidad de California, ha basado sus conclusiones en los datos obtenidos a través de los usuarios de cascos encefalográficos (EEG), capaces de detectar la actividad eléctrica del cerebro.
Un estudio científico ha demostrado que los piratas informáticos pueden robar tus contraseñas y PINs leyendo tus ondas neuronales. La investigación, desarrollada por miembros de la Universidad de Alabama y de la Universidad de California, ha basado sus conclusiones en los datos obtenidos a través de los usuarios de cascos encefalográficos (EEG), capaces de detectar la actividad eléctrica del cerebro.
Estos cascos EEG son cada vez más comunes entre los gamers, que pueden manejar a los personajes enviando simplemente señales cerebrales. En este caso, el peligro radica en que el casco EEG sigue enviando ondas neuronales cuando el gamer ya no está jugando -pero sigue con el aparato puesto- y los hackers pueden aprovechar ese momento para robar la información.
En el estudio, los investigadores pidieron a 12 personas que escribieran a través de un teclado una serie de números PIN y contraseñas generados de manera aleatoria en una caja de texto mientras llevaban sus cascos puestos. Después de que hubieran introducido hasta 200 caracteres, un algoritmo creado por los desarrollares era capaz de adivinar los números de PIN con un ratio de éxito del 43,4% y las contraseñas de seis dígitos con un ratio del 37,3%.
“Estos dispositivos abren una inmensidad de oportunidades para los usuarios”, explica Nitesh Saxena, uno de los autores del estudio. “Sin embargo, también plantean serios peligros de privacidad y seguridad, más conforme las empresas vayan desarrollando dispositivos con tecnologías más avanzadas”.
En este sentido, empresas como Facebook están trabajando con esta tecnología y prevén que en poco tiempo podamos escribir palabras sin que nuestras manos sirvan como intermediarias. Es decir, directamente desde nuestro cerebro. Los investigadores han invitado a los creadores de cascos encefalográficos a que desarrollen sus productos de forma que interrumpan la emisión de señales una vez el usuario esté introduciendo sus claves en el ordenador.