El invento del MIT que triplica el tiempo de supervivencia de los submarinistas en agua helada
Incluso el buzo más resistente no puede durar más de una hora en agua fría con un traje de neopreno normal, y eso no es bueno si eres un soldado de operaciones especiales o si necesitas permanecer bajo el mar durante varias horas.
Incluso el buzo más resistente no puede durar más de una hora en agua fría con un traje de neopreno normal, y eso no es bueno si eres un soldado de operaciones especiales o si necesitas permanecer bajo el mar durante varias horas. Los ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) parecen haber encontrado la solución, y han desarrollado un nuevo método para triplicar el tiempo de supervivencia de los submarinistas bajo el agua en zonas árticas o con temperaturas gélidas. Se trata de una especie de grasa de ballena artificial que se utilizará como material aislante.
Los investigadores han creado un tratamiento para los trajes de neopreno tradicionales que consiste en sumergir durante 20 horas el traje en un tanque de presión más pequeño que un barril de cerveza que contiene un gas inerte pesado o ‘grasa artificial’. Este proceso puede realizarse también previamente a la inmersión, colocando el traje en una bolsa sellada que debe abrirse justo antes sumergirse en el agua.
Para llevar a cabo su desarrollo los investigadores evaluaron las diversas estrategias que utilizan los animales para sobrevivir en estos entornos, hallando tres posibles alternativas: bolsas de aire atrapadas en pieles o plumas; calor generado internamente, como algunos peces; o una capa de material aislante que ralentiza la pérdida de calor del cuerpo, al igual que ocurre con la grasa de las focas y ballenas.
Al final, después de las simulaciones y pruebas de laboratorio, terminaron por escoger una combinación de dos de estos: un material aislante similar a la grasa que también utiliza bolsas de gas atrapadas, aunque en este caso el gas es xenón o criptón.
La investigación comenzó hace dos años, cuando los SEAL de la Marina, que realizan inmersiones en aguas del Ártico, invitaron a los ingenieros del MIT a visitar varias instalaciones navales, con el fin de que diseñaran un nuevo traje que les permitiera extender el tiempo de supervivencia de los militares bajo aguas heladas sin obstaculizar la movilidad.
Actualmente, las únicas alternativas viables de agua fría a los trajes de neopreno son los trajes secos, que tienen una capa de aire entre el traje y la piel que debe mantenerse usando una manguera y una bomba o un traje de agua caliente, que de manera similar requiere una manguera y conexión con la bomba. En cualquier caso, una falla de la bomba o un corte o rasgadura en el traje puede dar como resultado una pérdida rápida de aislamiento que puede poner en peligro la vida en cuestión de minutos.
Ahora, los investigadores buscan nuevas formas de crear una versión estable de esta tecnología donde un traje de neopreno incluya xenón a través de la unión de una capa protectora sobre él.