Un gen agrava los efectos de la contaminación en el neurodesarrollo infantil
El gen APOE E4 afecta al neurodesarrollo de los niños volviéndolos más vulnerables ante los efectos de la contaminación atmosférica, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
El gen APOE E4 afecta al neurodesarrollo de los niños volviéndolos más vulnerables ante los efectos de la contaminación atmosférica, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
La investigación, publicada por la revista Environmental Health Perspectives, pone de manifiesto que cada vez hay más evidencias científicas sobre los efectos adversos de la contaminación atmosférica en el desarrollo cognitivo y conductual en niños y niñas.
Estudios realizados con anterioridad en el marco del proyecto BREATHE habían relacionado un menor desarrollo cognitivo, problemas de conducta e incluso diferencias estructurales en el cerebro con la exposición infantil a la polución del aire. Ahora, los datos expuestos por este nuevo informe apuntan a que la variante genética E4 del APOE podría desempeñar un papel fundamental en este proceso, aunque de momento se desconocen los mecanismos por los que esto sucede.
La investigación, encabezada por Sílvia Alemany, analiza los datos de más de 1.600 alumnos de 39 centros escolares de Barcelona. La conclusión a la que llegó el equipo científico es que la relación entre la exposición a agentes contaminantes y los efectos adversos en el neurodesarrollo fue más notable en aquellos niños en los que se detectó la presencia del alelo E4 del gen APOE. Según el estudio, estos niños mostraron unos índices más elevados de problemas conductuales, un desarrollo más lento de la capacidad de atención y un menor volumen en el núcleo caudado, uno de los componentes que integran los ganglios basales del cerebro.
Para llevar a cabo el estudio, los niveles de contaminación del aire procedente del tráfico se estimaron a partir de mediciones reales y, además de recoger los datos genéticos de los participantes, los investigadores también les hicieron tests para evaluar sus funciones cognitivas, los problemas de conducta y los posibles síntomas por transtornos.
«Estos resultados nos hacen pensar que los niños y niñas portadores de este alelo podrían ser más vulnerables a los efectos de la contaminación del aire sobre aspectos del neurodesarrollo importantes», ha destacado la investigadora que encabeza el estudio, Sílvia Alemany. «La inflamación sistémica y el estrés oxidativo están entre los mecanismos subyacentes a los efectos adversos de la polución en la salud. Además, estos mismos mecanismos están relacionados también con enfermedades neurodegenerativas, como la demencia», ha detallado Alemany. De hecho, según la propia investigadora, hay estudios que muestran la relación entre exposición a la contaminación atmosférica y deterioro cognitivo en personas mayores.
Además de los datos genéticos de los participantes, los investigadores también hicieron test para evaluar las funciones cognitivas, los problemas de conducta y los posibles síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
«Harán falta nuevos estudios en otras poblaciones para replicar estos resultados y establecer si esta posible vulnerabilidad genética afecta a la exposición a contaminación del aire en etapas anteriores del desarrollo, como la prenatal», ha añadido Jordi Sunyer, investigador de ISGlobal y director del proyecto BREATHE.
«En cualquier caso, una vez más resulta obvio que es imprescindible tomar medidas para reducir el tráfico en los entornos urbanos y, muy especialmente, en aquellos donde haya presencia de menores, como alrededor de las escuelas», ha concluido.