Las hormigas no necesitan comunicarse para construir caminos
Entre las hormigas obreras no hay capataz alguno. Estos insectos construyen sus senderos sin recibir órdenes y sin que exista ningún intercambio de información entre ellas, según un estudio publicado este miércoles en la revista Proceedings of the Royal Society B.
Entre las hormigas obreras no hay capataz alguno. Estos insectos construyen sus senderos sin recibir órdenes y sin que exista ningún intercambio de información entre ellas, según un estudio publicado este miércoles en la revista Proceedings of the Royal Society B.
Las hormigas obreras son las más fáciles de encontrar en una colonia y se encargan de diversas tareas que van desde el cuidado de la hormiga reina y sus crías hasta la construcción y el mantenimiento del nido, pasando por la búsqueda de comida.
La construcción de los caminos que emplea la colonia para llevar alimentos hasta el hormiguero requiere miles de hormigas obreras, según el estudio. Cada colonia puede llegar a despejar hasta tres kilómetros de caminos por año, invirtiendo colectivamente hasta 11.000 horas de trabajo cada año para construirlos y mantenerlos.
Para comprender mejor cómo se organizan las hormigas para lograr realizar esos titánicos trabajos, Thomas Bochynek, de la universidad Northwestern, coautor del estudio, y sus compañeros han observado el comportamiento de hormigas cortadoras de hojas sudamericanas tanto in situ como en laboratorio.
Lo que los investigadores han constatado con su estudio es que no hay un reparto de tareas, ni supervisor, ni coordinación. Cada hormiga resuelve como le parece los problemas con los que se topa, y es la suma de todas las acciones individuales la que permite construir los caminos. Las hormigas «actúan únicamente en función de su propia percepción de los obstáculos», precisa el estudio.
Esta organización o, más bien la falta de ella, permite ahorrar energía, ya que comunicar, ya sea por contacto o mediante feromonas –que hay que producir, almacenar y segregar– genera un gasto energético.
Bochynek espera poder seguir investigando acerca de cómo algunos insectos maximizan su energía y llevan a cabo proyectos a gran escala, aparentemente, sin mediación de ningún tipo de órdenes. «Biólogos e informáticos están muy impresionados por el hecho de que la complejidad de un grupo puede estar formada por simples individuos, porque es muy diferente a nuestra sociedad», ha asegurado. El sistema usado por las hormigas contrasta con la forma de organización humana, que está muy jerarquizada y racionalizada en comparación.
El hallazgo de este estudio ha llamado mucho la atención a los investigadores porque las hormigas son insectos sociales y se considera que poseen una verdadera inteligencia colectiva.»Es sorprendente, porque los comportamientos colectivos suelen organizarse a través de la comunicación», ha explicado a la agencia AFP Thomas Bochynek.