Las terminales Starlink de Elon Musk, pieza clave para la conexión a Internet en Ucrania
Son terminales con una conexión estable, que permiten a los soldados comunicarse entre ellos durante operaciones de alto riesgo y estar en contacto con sus familias
Son terminales con una conexión estable, que permiten a los soldados comunicarse entre ellos durante operaciones de alto riesgo y estar en contacto con sus familias
Con la infraestructura crítica ucraniana atacada, la red de internet Starlink de Elon Musk crece en popularidad incluso más allá del frente, donde se valora como canal seguro de comunicación en el Ejército ucraniano pese a la incertidumbre sobre quién asumirá su coste.
«Nuestra empresa proporciona conexión a internet directa por fibra óptica directa desde Polonia en la oficina, pero también nos ayuda comprando terminales Starlink para uso doméstico», cuenta Khrystyna, una especialista en control de calidad que trabaja en el floreciente sector informático de Leópolis.
Para ella y para los miles de ingenieros de «software» que trabajan para las docenas de empresas informáticas de la ciudad al oeste de Ucrania es indispensable tener un acceso seguro a internet.
Siempre y cuando disponga de suministro eléctrico, los terminales Starlink proporcionan una conexión estable, aún cuando se produzcan apagones y cortes de energía debido a ataques con misiles rusos, por lo que han desempeñado un papel importante a la hora de restablecer las comunicaciones en las zonas afectadas por la guerra.
Tras la recuperación de Jersón, la ciudad del sur de Ucrania ha recibido 210 terminales para asegurar que la población y en particular los hospitales, la policía y los bomberos disponen de acceso a la red.
Ello ha permitido ya la creación de cinco puntos públicos de wifi, mientras que otros sesenta empezarán a funcionar en las próximas dos semanas, según anunció ayer el ministro de Transformación Digital, Myjailo Fedorov.
«La gente se comunica con sus familiares, se informa sobre las victorias de las Fuerzas Armadas y carga sus ‘smartphones’ a través de generadores», señaló, a través de su canal de Telegram.
Fue Fedorov quien, al inicio de la invasión rusa el pasado mes de febrero, pidió al magnate Elon Musk el envío de terminales a Ucrania.
Según la compañía SpaceX, unos 20.000 han sido suministrados hasta ahora, sufragados por una serie de donantes privados y estatales, entre ellos la propia empresa de Musk y los Gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Polonia.
El grueso de terminales han sido distribuidos entre emplazamientos estratégicos en Ucrania y el Ejército, aunque es difícil de determinar el número exacto de dispositivos, ya que es posible que voluntarios ucranianos hayan adquirido miles a nivel particular para su uso privado o para donarlos a las fuerzas armadas.
Maksym, un ingeniero de software de Leópolis, dice que es posible que Ucrania sea ahora mismo «el mercado en mayor crecimiento para Starlink ahora mismo».
Explica que en Ucrania se pagan 385 dólares (373 euros) por cada terminal y 60 dólares al mes (58 euros) por el servicio, mucho más de lo que cuesta el acceso a internet por fibra óptica, que vale unos 8 dólares al mes (7,75 euros) pero no está disponible en el frente y sus inmediaciones.
Maksym se compró un terminal para su uso particular tras la primera oleada de ataques rusos contra las infraestructuras, pero una semana después de recibirlo lo donó al Ejército.
«Starlink» permite a los soldados permanecer en contacto con sus familias y también comunicarse entre ellos durante operaciones de alto riesgo, además de ser clave a la hora de asegurar que la información recolectada por miles de drones confluye en una imagen general que puedan usar los mandos militares.
Los terminales son fáciles de instalar y de transportar, por lo que incluso las unidades que se están desplazando pueden permanecer en contacto sin miedo a que sus comunicaciones sean interceptadas o revelen su localización, como ocurriría si se comunicasen por radio o por teléfono móvil.
Los terminales funcionan gracias a estaciones instaladas en Polonia y Turquía, por lo que la señal se vuelve más débil al este de Ucrania.
En vista de la falta de alternativas, «Starlink» es en estos momentos un sistema muy importante para la defensa del país, lo que explica la acalorada reacción cuando Musk afirmó el mes pasado que su compañía ya no podría permitirse financiar su funcionamiento en Ucrania.
Aunque después revirtió su postura y prometió que seguiría operando, según la cadena estadounidense CNN las negociaciones sobre quién cubrirá los costes no han finalizado y a finales de octubre 1.300 terminales fueron desconectados por falta de pago.
Fuente: EFE