De la sequía de 2023 a la DANA de 2024: las imágenes por satélite de la tragedia de Valencia
El año pasado fue de los más áridos alcanzándose solo los 336,1 litros por metro cuadrado
La DANA ha provocado destrozos incalculables en la Comunidad Valenciana. Las precipitaciones registradas el 29 de octubre no se pueden comparar con el año 2023. En solo un día las lluvias en algunos municipios de la autonomía han superado el total de precipitaciones que se registraron en todo el año pasado. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los municipios y zonas donde se han registrado más de 300 litros por metro cuadrado desde el martes 29 de octubre son:
- Requena: Se registraron 275 litros, pero en otros puntos del municipio se llegaron a registrar hasta 317 litros por metro cuadrado.
- Turís: Un pequeño pueblo en la comarca de la Ribera Alta registró un total 630 litros por metro cuadrado.
- Pedralba: Localidad situada en la comarca de los Serranos donde se han registrado 414,8 litros por metro cuadrado.
- Alfarb: La zona se sitúa en la comarca de la Ribera Alta ha registrado 382,8 litros por metros cuadrados.
- Siete Aguas: En la comarca de la Hoya de Buñol registró 324 litros por metro cuadrado.
- Buñol: Se han registrado 306,2 litros por metro cuadrado.
Estos datos de precipitaciones recogidos en diferentes municipios de Valencia son inusuales, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de esos litros cayeron en muy poco tiempo y que el terreno no tuvo tiempo de absorber el agua. La imagen por satélite muestra las diferencias entre el 8 de octubre y el 30 de octubre. La DANA ha provocado que sea visible la acumulación de agua sobre el territorio de Valencia.
Precipitaciones en 2023
En el año 2023 la autonomía alcanzó en total 336,1 litros por metro cuadrado, lo que representó una disminución del 33% en comparación con el promedio climático del período 1991-2020, que fue de 498,6 litros por metro cuadrado. Esto provocó que el año pasado fuese extremadamente seco, siendo el más árido de los últimos 40 años, desde 1983.
Hasta mediados de mayo, solo se había registrado un evento de lluvias generalizadas, que ocurrió bajo la influencia de la borrasca Isaack los días 7 y 8 de febrero. Después de este breve episodio de febrero, hubo un extenso período de 90 días entre el 10 de febrero y el 10 de mayo, durante el cual las precipitaciones fueron casi inexistentes, lo que resultó en un notable déficit hídrico.
La situación dio un giro a partir de mediados de mayo, que se convirtió en el mes de mayo más lluvioso de los últimos 15 años y el más húmedo de 2023. Este fue el único período prolongado de lluvias del año, que llegó de manera tardía en primavera y se expande hasta el 3 de julio. En otoño, el 90% de la lluvia del trimestre se concentró en los primeros 19 días de septiembre, ya que a partir de entonces y hasta finales de año se registraron más de tres meses con escasas lluvias. Las precipitaciones de septiembre fueron breves y estuvieron acompañadas de fenómenos meteorológicos adversos, como reventones húmedos que generaron ráfagas intensas de viento, fuertes granizadas y lluvias torrenciales muy localizadas en áreas reducidas.