Guía definitiva para disfrutar de la alineación de los planetas de este viernes 28 de febrero
Astrónomos aficionados podrán observar Saturno, Mercurio, Neptuno, Venus, Urano, Júpiter y Marte con telescopios
Alineación planetaria. | Freepik
Prepárate para un espectáculo celestial sin precedentes. El viernes 28 de febrero, seremos testigos de una alineación planetaria que desafía la frecuencia de los fenómenos astronómicos, un evento que se repetirá dentro de varios siglos. Este acontecimiento único brinda a los entusiastas de la astronomía la oportunidad de desempolvar sus telescopios y presenciar un alineamiento planetario que será objeto de estudio durante siglos.
Este artículo desentrañará los misterios de este fenómeno, explicando en detalle la naturaleza de esta alineación planetaria. Además, proporcionaremos una guía completa sobre los instrumentos y condiciones necesarias para que puedas disfrutar de este espectáculo cósmico desde la comodidad de tu hogar.
¿De qué se trata?
Teniendo en cuenta la naturaleza esférica de la Tierra y las órbitas individuales de los planetas alrededor del Sol, resulta extraordinario que todos ellos converjan en el cielo nocturno. Este raro fenómeno, según la NASA, no se repetirá hasta el año 2492.
Es crucial aclarar que la «alineación planetaria» no implica una línea recta perfecta en el cielo, sino la visibilidad simultánea de los planetas en una misma región celeste desde nuestra perspectiva terrestre. Astrónomos aficionados tendrán la oportunidad de observar Saturno, Mercurio, Neptuno, Venus, Urano, Júpiter y Marte con telescopios durante varios días.
Para el observador casual, no todos los planetas serán visibles a simple vista, y los que lo sean aparecerán como puntos luminosos. Sin embargo, se pueden distinguir de las estrellas por su luz constante, sin parpadeo. Este evento astronómico ofrece una oportunidad única para maravillarse con la vastedad y la complejidad del sistema solar.
¿Cuándo es el mejor momento para verlo?
Prepárate para un espectáculo celestial. Aunque los planetas comenzarán a aparecer el 28 de febrero, la mejor vista se dará la madrugada del 1 de marzo, de 5:00 a 7:00 horas, cuando estarán en su punto más visible.
- Saturno: a partir de las 20:00 horas.
- Mercurio: a partir de las 20:20 horas.
- Neptuno: a partir de las 20:30 horas.
- Venus: a partir de las 22:00 horas.
- Urano: a partir de las 1:20 horas.
- Júpiter: a partir de las 3:00 horas.
- Marte: a partir de las 6:00 horas.
¿Cómo verlo?
Para presenciar este espectáculo celeste, es fundamental aguardar el crepúsculo y localizar un enclave donde el cielo se despliegue sin obstáculos. La ausencia de contaminación lumínica es crucial para realzar la visibilidad de planetas y estrellas, por lo que abandonar el entorno urbano hacia áreas periféricas se torna imprescindible. Una vez en un paraje de oscuridad plena, se recomienda conceder a la vista un lapso de adaptación de aproximadamente 30 minutos.
Dirigiendo la mirada hacia el firmamento, los planetas se revelarán dispuestos en un arco que se extiende de este a oeste. La mayoría de ellos serán perceptibles a simple vista, aunque la observación de Urano y Neptuno requerirá el auxilio de binoculares de alta potencia o un telescopio.
¿Por qué se produce este fenómeno?
Las alineaciones planetarias, espectáculos cósmicos que cautivan nuestra mirada, se deben a un efecto de perspectiva. Los planetas, al orbitar el Sol en un plano común llamado eclíptica, crean desde la Tierra la ilusión de estar alineados. No es una alineación perfecta en el espacio, sino más bien una coincidencia visual: cuando varios planetas se encuentran en el mismo lado del Sol, sus órbitas los hacen parecer cercanos entre sí, formando una línea aparente en el cielo nocturno.
Este fenómeno nos brinda una oportunidad única para apreciar la inmensidad del sistema solar. Aunque los planetas se encuentran a distancias enormes entre sí, su aparente alineación en el cielo nos permite contemplar, aunque sea por un breve instante, la majestuosidad de nuestro vecindario cósmico. Es un recordatorio de la danza celestial que ocurre constantemente sobre nosotros, una danza que, de vez en cuando, nos regala vistas espectaculares.
